Hemos venido tratando en el blog la importancia de la morfología del ovocito a través de diferentes temas, como diversas anomalías morfológicas (vacuolas, retículo endoplasmático liso) y en la última entrada, vimos los últimos avances en la valoración de un óvulo maduro, MII, óptimo.
Hemos comentado que entre un 60-70% de ovocitos procedentes de tratamiento de estimulación ovárica presentan alteraciones morfológicas (dismorfismos) que pueden afectar el futuro desarrollo embrionario.
No se ha encontrado una correlación directa entre la edad de la paciente y la presencia de estos dimorfismos, lo que lleva a pensar que la disminución de la calidad ovocitaria por la edad no puede basarse en los parámetros morfológicos.
A la vista de los diversos trabajos publicados, estas anomalías morfológicas pueden ser debidas a múltiples factores, siendo uno de los más destacado la estimulación ovárica y los cambios hormonales que intervienen en el ambiente donde se desarrollan los folículos, que pueden provocar una maduración anormal de los ovocitos. Por lo que se sugiere que una estimulación ovárica más suave, aunque produzca un menor desarrollo de la cohorte folicular, sería una respuesta más adecuada, permitiendo que solo se desarrollasen los folículos con ovocitos más competentes, lo que aumentaría la calidad y la madurez ovocitaria general.
La evaluación morfológica se centra en unos determinados parámetros, en las células de la granulosa que rodean el óvulo; en el citoplasma y en la parte extracitoplásmica. Fig. 1.

Inclusiones Citoplasmáticas
Dentro de los parámetros a evaluar en el citoplasma del ovocito, se encuentran las inclusiones citoplasmáticas.
Las inclusiones citoplasmáticas, también denominadas inclusiones celulares, son acumulaciones de diversas sustancias dentro del citoplasma de las células. A diferencia de los orgánulos, carecen de actividad metabólica propia. Su función principal consiste en almacenar nutrientes y minerales, además de acumular sustancias generadas por las secreciones o excreciones derivadas del metabolismo celular.
En el caso de los ovocitos, se identifican diversas estructuras, como cuerpos lipídicos, pequeñas vacuolas autofágicas y cuerpos refráctiles. También se han observado cuerpos necróticos y cuerpos picnóticos no refringentes, se trata de unos tipos de inclusiones citoplasmáticas relacionadas con el estado de salud celular, indicando un deterioro en la calidad del ovocito y puede estar asociado con un menor potencial de viabilidad, capacidad para ser fertilizado y desarrollar un embrión sano.
Dentro de las inclusiones citoplasmáticas, en esta entrada nos enfocaremos específicamente en los cuerpos refráctiles, cuyo papel en la fecundación y el desarrollo embrionario posterior aún no está completamente definido.
¿Qué son los cuerpos refráctiles?
Los cuerpos refráctiles (CR), fueron descritos por primera vez por Veek et al., (1991), son visibles en el microscopio óptico como manchas prominentes, de varios tamaños y típicamente oscuras que alteran la homogeneidad citoplasmática. En la actualidad, con microscópico invertido, con un sistema de contraste de fase y bajo 400 aumentos, estos pequeños cuerpos refráctiles (2-5 μm) se observan aislados o junto a otras irregularidades y se localizan típicamente en la parte central del citoplasma. También se ha observado que no experimentan ningún cambio durante el día post inseminación (D+1)
Mediante técnicas de fluorescencia se aprecia la típica autofluorescencia amarilla de la lipofucsina y mediante microscopía electrónica se observa una morfología también propia de las inclusiones de lipofucsina que constan contienen una mezcla de gotas de lípidos, gránulos densos, vesículas pequeñas y material fibrilar. Los CR son una inclusión muy común que consiste en un lisosoma secundario con materiales de autofagia incorporados.
Los CR se han observado tanto en ovocitos maduros como inmaduros, además, se aprecia que hay una fuerte tendencia a la recurrencia en la misma paciente en los casos de repetición del tratamiento. Esto lleva a pensar que el desarrollo de los CR puede producirse antes o durante la foliculogénesis.
¿Afectan los cuerpos refráctiles (CR) a la fecundación y al desarrollo embrionario posterior?
Aunque los CR no parecen tener una función específica, su contenido de lipofucina, un pigmento asociado con el envejecimiento celular y el estrés oxidativo, los convierte en potenciales marcadores del envejecimiento celular. Se ha observado que una mayor cantidad de CR puede estar asociada con una reducción en la calidad del ovocito, lo que podría reflejar daño celular o una disminución en la capacidad del ovocito para desarrollarse adecuadamente.
Además, un tamaño considerable de los CR (> 5 μm de diámetro) parece tener un impacto negativo en la fecundación y en el desarrollo de los embriones hasta el estadio de blastocisto. Aunque por otro lado se ha indicado que no parece que la presencia de estas estructuras, aunque sean de gran tamaño, alteren la normal distribución del resto de orgánulos típicos de un ovocito maduro MII
En el estudio de Nikiforov (2021), reporta la incidencia de diversos dismorfismos del ovocito, que parecen influir en cierta medida en los resultados del tratamiento. Entre los que se encuentran los cuerpos refráctiles (10%), junto a la fragmentación del primer cuerpo polar (37%), zona pelúcida oscura (9%), espacio perivitelino agrandado (18%) y residuos en el mismo (21%).
En la Tabla 1 se recogen algunos de los estudios más relevantes sobre los CR.

Si bien la presencia de CR puede afectar la tasa de fecundación, la evidencia actual no es suficiente para respaldar un pronóstico negativo de este fenotipo en relación con el desarrollo embrionario posterior. Por lo tanto, hasta la fecha, los ovocitos que presentan cuerpos refráctiles se consideran adecuados para su uso clínico.
Victoria