El saber acudir al especialista en el momento adecuado es fundamental para poder obtener el resultado deseado.
En una entrada anterior hemos tratado a quién acudir cuando no se consigue un embarazo. En primer lugar, a nuestro médico de cabecera y si no se consigue la deseada gestación, será necesario acudir a un centro especializado en reproducción asistida humana.
No obstante, hay un indicador fundamental que nos va a guiar para elegir la alternativa más conveniente: la edad, tanto de la mujer como la de su pareja, si la tiene. No es lo mismo que ambos miembros de la pareja tengan más o menos la misma edad, y sean jóvenes, a que haya una gran diferencia de edad siendo ella la más joven o cuando es él el más joven o cuando ambos miembros de la pareja tienen una edad avanzada, reproductivamente hablando. Podemos resumirlo diciendo que la combinación de las edades de ambos miembros de la pareja va a determinar la probabilidad de embarazo.
Centrándonos en la edad de la mujer, siempre y cuando no exista ningún tipo de patología como por ejemplo períodos irregulares, endometriosis, síndrome de ovarios poliquísticos (SOP), o que haya sufrido múltiples abortos espontáneos, en cuyo caso la visita al ginecólogo debería realizarse a la mayor brevedad.
- Si la mujer es joven (<30 años), la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) recomienda que si tras dos años de relaciones sin usar ningún medio contraceptivo, deberían consultar con su médico.
- Cuando la mujer tiene entre 30-35 años es recomendable no esperar más de un año.
- Por encima de los 35 años se debería acudir al especialista a los seis meses de no conseguir el embarazo.
En la tabla siguiente podemos ver cómo están relacionados con la edad de la mujer, en el ciclo natural, la tasa de embarazo, aborto y riesgo de síndrome de Down.
¿Qué ocurre con la edad del varón?
La edad del varón va cobrando también tiene su importancia, frente a lo que se pensaba hasta hace poco, ya que se ha observado que a partir de los 40 años empieza a existir un descenso en la calidad seminal y como consecuencia un descenso de su fertilidad natural. Este hecho, se relaciona principalmente con hombres que viven en poblaciones más industrializadas y/o con un estilo de vida poco saludable. Junto a los riesgos de baja fecundación, por la edad del varón, se ha apreciado una mayor tasa de aborto, un mayor número de anomalías genéticas y
también se ha asociado con otros resultados reproductivos adversos. Por todo ello, algunos grupos aconsejan realizar, cuando el varon tiene una edad elevada, un diagnóstico genético preimplantacional
En el siguiente gráfico se puede observar como desciende la tasa de fertilidad con la edad tanto en el hombre como en la mujer.
Comentario final
En respuesta a la pregunta del enunciado, siempre que haya un proyecto reproductivo es necesario consultarlo con el clínico. Hay que estudiar el origen de esa infertilidad y la edad es un factor limitante ya que la probabilidad de tener un hijo es mucho mayor para las mujeres menores de 35 años y los hombres menores de 40 años que para las mujeres y hombres de mayor edad.
Victoria.