El deseo natural de los seres humanos es ser padres y una gran mayoría lo consigue mediante la concepción natural. Sin embargo, se estima que a un 19% no le es tan fácil. El camino que se abre ante ellos no es un terreno plano, con frecuencia es escarpado, duro, requiere esfuerzo, fuerza psicológica, mucho amor y comunicación con la pareja, si la hay.
En ese camino escarpado, cada uno elige cómo llegar a su objetivo y esta idea es la que me hace presentaros estos 4 casos, con nombres ficticios, muy allegados a mí, y seguramente muy familiares para muchos de vosotros. Todos ellos son un fiel ejemplo de la importancia de una actitud positiva.
- Blanca y Pablo, tras años luchando por una estabilidad profesional, económica y personal se plantearon tener un hijo. Mes tras mes, este hijo no llegaba y decidieron consultar su caso con especialistas. Tras los estudios previos, una Inseminación artificial (IA) pareció ser el tratamiento adecuado. El primer intento no salió bien, fue una decepción y decidieron hacer un viaje, tomar distancia de esta experiencia. Poco después, Blanca quedó embarazada de forma espontánea. En ocasiones, es tal la presión psicológica que atenaza a los pacientes que les impide conseguir la tan deseada gestación. Sin embargo, una vez deciden dar el paso de enfrentar el problema buscando ayuda o relajándose, centrando su atención en otras cosas, ocurre el milagro, se produce un embarazo de forma espontánea.
- María llegó a una edad en la que no encontraba esa persona con la que crear una familia, así que decidió ser madre soltera por elección. Tras reflexionar sobre ello, hablarlo con expertos, lo tenía claro. Además, contaba con un factor fundamental, el apoyo de su familia. A pesar de su edad, cerca de los 39 años, en su segunda inseminación artificial con semen de donante (IAD) consiguió su sueño, una preciosa niña. Los resultados de gestación por ciclo sin tener en cuenta la edad, según el último Registro SEF (2015), tanto de IAC (13.5%) e IAD (20.6%) son bajos si los comparamos con los obtenidos con la Fecundación in vitro (FIV y/o ICSI) (26.6% ) con ovulos propios. No obstante es un método sencillo, que no exige un gran desembolso económico, si bien una vez realizados 3 o 4 ciclos sin éxito, lo recomendable es realizar una FIV.
- Carmen y Juan eran una pareja joven, así que decidieron dejar pasar cinco años de matrimonio antes de decidirse a crear su familia. Al no conseguir un embarazo recurrieron a un centro de reproducción asistida, el diagnostico no dejaba más salida que realizar una FIV, Carmen era una baja respondedora, la respuesta del ovario a la estimulación hormonal producía poco óvulos. En su segunda FIV sólo disponía de 3 maravillosos embriones y, dado el fracaso anterior, quisieron transferirse los 3. Resultado: trillizos. No creáis que esto es un éxito, más bien un fracaso, porque las complicaciones tanto para la madre como los bebés pueden ser muchas. Esto ocurrió hace más de 15 años, hoy en día el consejo es transferir 1 o 2 embriones como máximo, aunque la ley de reproducción asistida española permite la trasferencia de 3 embriones.
- Por último, este caso es muy representativo de superación de todas las adversidades en el camino. Raúl y Maya eran un matrimonio joven, dado que no conseguían su embarazo acudieron a un centro especializado, tras 6 IAC no conseguían resultado positivo. Decidieron cambiar de centro, donde un estudio más profundo puso de manifiesto que la producción de óvulos era muy reducida. 2 tratamientos de microinyección intracitopásmica de espermatozoides (ICSI) más tarde, el resultado seguía siendo negativo. Un nuevo planteamiento, el programa de donación de óvulos (ovodonación), se abría como posible alternativa. Aquello era un mazazo para esta pareja tan joven que se enfrentaba a utilizar gametos femeninos donados, esta posibilidad no la habían contemplado bajo ningún concepto. Sin embargo, el deseo de tener un hijo para Raúl y Maya fue mayor, tras un tiempo de reflexión y consultas, superaron sus recelos y hoy en día tienen dos hijos preciosos.
Admitir la donación de gametos (óvulos y/o espermatozoides) es una decisión difícil para muchas personas, en estos casos siempre es aconsejable hablarlo en pareja con profundidad e incluso contar con la orientación de un psicólogo, requiere un tiempo de asimilación y reflexión. Hoy en día la figura del psicólogo en reproducción asistida está consolidada y demandada. Son muchos los pasos a seguir, a veces ni siquiera planteados por las personas que recurren a estas técnicas, que requieren de un apoyo psicológico.
Hay tantos y diversos casos como personas que acuden al centro, muchas con gran esfuerzo emocional y económico han luchado por conseguir su sueño, a otras, tras un primer fracaso, no les agradó el camino de la reproducción asistida y decidieron optar por la adopción tradicional. Otras decidieron que era demasiado difícil y ni lo llegaron a intentar. Sea como sea, lo cierto es que cada una de estas personas ha luchado con tesón, ilusión y coraje, ya sólo por eso, han de estar satisfechas porque hicieron todo lo posible por conseguir su sueño.
Ya sea para el tema que tratamos en el blog como para la vida en general, es fundamental la actitud positiva. Muchas son las cosas que no podemos controlar a nuestro alrededor, pero si hay algo que depende de nosotros mismos exclusivamente: Es el ¿cómo las voy a enfrentar?, ¿cuál va a ser mi actitud?
La ansiedad, el estrés y la depresión que generan las situaciones difíciles sólo conducen a un oscuro pozo, que no interesa. Por lo tanto, carga en tu mochila vital el optimismo, perseverancia y esperanza, haz todo lo que esté en tu mano porque ese es el camino del éxito. Pero si al final no consigues tu objetivo, no des lugar al enfado y la frustración porque fuiste valiente y lo intentaste. Te deseo mucha suerte en tu camino y no abandones, continua luchando hasta que razonablemente, si no lo consigues, sea oportuno parar.
“Si te sientes dolido por las cosas externas, no son éstas las que te molestan, sino tu propio juicio acerca de ellas. Y está en tu poder el cambiar este juicio ahora mismo» Marco Aurelio.