La valoración morfológica del ovocito es fácil de realizar en los laboratorios y, como ya hemos hablado en anteriores entradas, la valoración de ovocitos, embriones y blastocistos, se realiza mediante observación morfológica clásica (sacándolos de la incubadora a intervalos de tiempos concretos) o mediante el uso de sistemas time-lapse.
Ahora bien, mientras que embriones D+2 / D+3 y blastocistos tienen una categorización en función de sus características morfológicas que se relacionan con la tasa de recién nacido vivo, en los óvulos, hasta la fecha, no existe una categorización que se use en la rutina del laboratorio. Sin embargo, existen unas características morfológicas anormales (dimorfismos) en el ovocito que tienen más bien un carácter informativo que predictivo. Algunos de ellos, son simplemente variantes de la morfología normal del ovocito, no tienen influencia en el desarrollo embrionario, implantación, etc. mientras que otros si parecen tener cierta influencia.
La calidad y cantidad de los ovocitos es un tema importante objeto de múltiples estudios. Se sabe que existen una serie de factores que influyen directamente sobre ellos como la edad de la paciente; un índice de masa corporal elevado; la genética; la historia clínica de la paciente; aspectos fisiológicos (p. ej. endometriosis, síndrome de ovarios poliquísticos, SOP); las condiciones ambientales (p. ej. exposición a los pesticidas). Una vez en reproducción asistida, también influyen otros factores como la reserva ovárica, niveles de la hormona antimulleriana y respuesta a la estimulación ovárica.
Ya vimos en la entrada sobre la valoración del ovocito, las características o parámetros que se observan, tanto intra- como extra-citopásmicamente y la influencia de algunos dismorfismos sobre el desarrollo embrionario, implantación, gestación y periodo perinatal (Criterios ASEBIR, 2015; 2018)
En un trabajo relativamente reciente de Nikiforov et al. 2021, donde hacen una extensa revisión bibliográfica de los dismorfismos ovocitarios y su influencia en el desarrollo posterior de los embriones. Como resultado de ésta revisión, hacen una propuesta bastante lógica donde diferencian, en función de su tasa de influencia, según los diferentes equipos que valoran la morfología del ovocito, entre las características que no influyen en el proceso; las que influyen en cierta medida en el resultado del tratamiento y las que tienen un impacto negativo sobre él. Fig. 1
Esta categorización tras la evaluación de la morfología de los ovocitos puede ser útil en los ciclos de tratamiento, especialmente cuando los resultados son pobres, así como en los de donación de ovocitos y los ciclos de congelación de ovocitos para la preservación de la fertilidad, donde se pueden decidir el número de ciclos a realizar. Además, aunque ninguna de las características morfológicas sirve como factor pronóstico por sí sola, una mayor comprensión de la morfología de los ovocitos, podría ayudar a explicar los resultados del tratamiento en ciertos casos a los pacientes.
Hasta ahora la valoración del ovocito no se ha considerado lo suficientemente potente para establecer una categorización, la propuesta de Nikiforov y su equipo, parece que podría ser un primer paso para conseguirlo. No obstante, a pesar de la extensa revisión sería necesario realizar más estudios en este sentido. Esperemos que todos estos datos sobre la morfología de ovocitos aplicando la inteligencia artificial (IA) puedan mejorar la precisión de los algoritmos y conducir a un pronóstico más razonable.
Recientemente recibí una consulta sobre la eficacia de la vasectomía y he creído conveniente hacer esta entrada, que espero sea de vuestro interés.
La vasectomía es una cirugía para cortar los conductos deferentes, que son los que llevan los espermatozoides desde los testículos hasta la uretra. El objetivo es que, tras una vasectomía, los espermatozoides no puedan salir de los testículos. Luego, un hombre que se ha sometido a este procedimiento no puede dejar embarazada a una mujer.
Algo importante a resaltar es que la vasectomía, aunque tiene una efectividad del 99%, no brinda una protección inmediata contra el embarazo. Por esta razón, se recomienda usar un método anticonceptivo alternativo hasta que se confirme por el laboratorio, tras el estudio de la muestra seminal post-vasectomía, que no se observa ningún espermatozoide (azoospermia) en el semen.
Hasta poder llegar a tener relaciones sexuales sin protección, deberán transcurrir de 12-16 semanas, o haber eyaculado de 15 a 20 veces o más, para eliminar los espermatozoides que ha quedado en los conductos y en la porción superior del conducto deferente. Estos criterios varían entre los especialistas, ya que la mayoría prefiere poner como límite para la valoración de la muestra post-vasectomía el tiempo y no el número de eyaculaciones.
Se suelen esperar 3 meses debido a que el periodo de producción de los espermatozoides es aproximadamente ese tiempo. De manera que, si el análisis indica que no hay espermatozoides en la muestra, significa que la vasectomía ha ido bien. Los testículos tras la cirugía siguen produciendo espermatozoides, pero no estarán presentes en el eyaculado ya que los conductos deferentes han sido alterados y los espermatozoides son entonces reabsorbidos por el organismo. El procedimiento es exitoso al conseguir que ningún espermatozoide sea detectado en la muestra de control.
Antes de dar la muestra, una vez pasado el tiempo adecuado, se recomienda realizar de 2-3 eyaculaciones por semana, pero se suele solicitar una abstinencia (2 días, máximo 7 días), sin mantener relaciones sexuales ni masturbarse durante 48 horas completas antes de dar la muestra. Han de seguirse las instrucciones que proporciona el laboratorio.
La recogida de la muestra generalmente se realiza por masturbación o mediante un preservativo sin lubricante ni espermicida durante la relación sexual. Ha de entregarse antes de 1h de su obtención, sin cambios de temperatura bruscos.
En el laboratorio se precederá a analizar el semen con ayuda de un microscopio para observar si contiene espermatozoides. Aspectos técnicos sobre si el estudio se realiza sobre muestra en fresco o tras centrifugación, dependen de cada equipo. En el siguiente esquema basado en la guía de la Asociación Americana de Urología (2022) se puede ver la actuación en función de la presencia o no de espermatozoides móviles y un mayor o menor número de 100.000 espermatozoides inmóviles/ml. Figura 1
Se ha calculado que en 1 de 2000 procedimientos, aparecen espermatozoides móviles y >100.000espermatozoides inmóviles/ml debido a una recanalización de los conductos deferentes, se crea un paso que permite la liberación de los espermatozoides dando lugar a un embarazo. En estos casos será necesario repetir la vasectomía.
Para mantener un control sobre la eficacia de la vasectomía se pueden realizar análisis de control a intervalos anuales o periódicos para confirmar que el procedimiento continúa funcionando como es de esperar.
Una puntualización, la vasectomía es un anticonceptivo eficaz, pero no protege contra las enfermedades de transmisión sexual, como el HIV/SIDA o clamidias, ni al hombre ni a su pareja. Por lo tanto, si se corre el riesgo de contraer alguna enfermedad de transmisión sexual se recomienda emplear métodos de protección como los preservativos.
Quizás estos datos sean de utilidad para aquellos pacientes que se desesperan por no tener relaciones sexuales sin protección lo antes posible y no entienden que se les soliciten varias análisis de control. Sólo queda tener paciencia, cada caso es único, y seguir las instrucciones de su especialista.
En todo el mundo son diagnosticados con infertilidad por factor masculino, alrededor de un 8% de los hombres, causa que forma parte en el 30-50% de las parejas que acuden a consulta para valorar su fertilidad.
En los últimos años, los nuevos avances científicos, están permitiendo que algunos equipos propongan que el estudio de la infertilidad masculina podría considerarse como un biomarcador de la salud masculina en general. Si bien, aunque esta asociación sigue sin estar clara y es necesario realizar más estudios, es una visión que os quiero presentar.
Ciertamente, se ha observado que la coexistencia de dos o más enfermedades en un mismo individuo, generalmente relacionadas (comorbilidad) está en relación inversa a la calidad seminal, de manera que a una mayor comorbilidad menor calidad del semen. Esto ha planteado que, en la atención al paciente, se debería valorar la relación bidireccional entre la infertilidad masculina y la salud masculina
¿Y esto que significa?
Cuando un paciente infértil acude a consulta, la historia médica detallada, valoración del semen y análisis/ pruebas adicionales, van a aportar una información valiosa que va más allá de la calidad seminal o si se dispone de unos pocos de espermatozoides para realizar una ICSI.
En la tabla siguiente, a modo de ejemplo, se muestra la relación entre factores/causas, manifestaciones clínicas e infertilidad masculina.
De los casos recogidos en la tabla, para poder entender esa relación bidireccional entre infertilidad – salud general, tomemos, por ejemplo, el estudio de las microdeleciones del cromosoma Y. La salud se puede ver afectada por las microdeleciones del cromosoma Yq, ya que estos genes también se expresan en el cerebro, el estómago y vías urinarias. Esto es, una gran parte del genoma está involucrada con la fertilidad, por lo que los genes involucrados en la reproducción también pueden expresarse en otros tipos de células. Además, las alteraciones epigenéticas pueden conducir a cambios globales en la expresión, afectando la espermatogénesis, así como a otras funciones del cuerpo.
El hecho de emplear como biomarcador de salud la infertilidad se debe a que existen evidencias de que un diagnóstico de infertilidad masculina se asocia con el riesgo futuro de enfermedad, incluido riesgo de hipogonadismo, riesgo de enfermedades oncológicas, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y diabetes; enfermedades autoinmunes y mortalidad, con el consiguiente impacto psicológico y económico.
Por lo tanto, se plantea la evaluación de la fertilidad masculina como una oportunidad para mejorar la salud del paciente más allá de su proyecto reproductivo. No debería quedar limitado el estudio del varón a un análisis de semen anormal y emplear la técnica de reproducción asistida más adecuada a su caso. Sino que se debería derivar al paciente hacia un estudio integral multidisciplinar para valorar su salud, donde reciba el tratamiento adecuado y asesoramiento sobre el estilo de vida, nutrición, prevención, cómo manejar las enfermedades crónicas y mantener un buen estado de salud general.
En la entrada anterior sobre los embriones sintéticos, comenté que aparte de este tema había otro del que quería tratar por su transcendencia social. Me refiero a la publicación en la revista PLOS Medicine cuyo título “Cancer in children born after frozen-thawed embryo transfer: A cohort study” fue utilizado en varios medios sensacionalista con títulos como: “Niños que nacen de embriones congelados tienen mayor riesgo de cáncer infantil” dando lugar a un revuelo social considerable, incertidumbre y me consta que algunos pacientes han cancelado sus tratamientos o transferencias programadas, ante el temor de esta noticia.
El estudio en cuestión, está basado en un gran número de casos (7.944.248 niños), correspondientes a 4 países nórdicos, nacidos mediante las técnicas de reproducción asistida (TRAs), casos no seleccionados, y una cohorte de niños concebidos espontáneamente, en un periodo de tiempo de 9 años (1994-2014). Los resultados globales no indican una mayor incidencia en cáncer infantil en niños nacidos mediante las TRAs que en los nacidos por concepción espontánea. Sin embargo, los autores aprecian un riesgo mayor de cáncer infantil en aquellos niños que proceden de la transferencia de embriones criopreservados (TEC) frente a los concebidos de forma espontánea, aunque reconocen que no se pueden generalizar los resultados; desconocen la causa de esta diferencia y admiten que su estudio es limitado debido al bajo número de la muestra, niños con cáncer infantil procedentes de TEC. Por lo cual, es necesario seguir realizando más estudios.
No obstante, los autores piden prudencia a la hora de congelar los embriones si no existe una clara indicación médica. Aunque el riesgo individual sea bajo, a nivel poblacional puede tener un impacto debido al incremento de ciclos de congelación, no solo de embriones sobrantes sino de todos los embriones del ciclo (Freeze-all), que se ha convertido en una práctica rutinaria muy extendida en todo el mundo.
Considero que, a la hora de tratar los riesgos de las TRAs sobre la salud de los niños nacidos por estas técnicas, podríamos destacar dos aspectos importantes a la hora de transmitir la información a los pacientes:
Es necesario conocer la naturaleza de la subfertilidad/ infertilidad, tanto del hombre como de la mujer, en la medida de los posible, mediante un análisis multifactorial, considerando los aspectos fisiológicos, bioquímicos, genéticos, epigenéticos (cambios hereditarios en la función de los genes que no están asociados con cambios a la propia secuencia de ADN) y factores modificables o no modificables.
La información a los pacientes sobre los riesgos, además de los factores maternos y paternos, también deben incluir las TRAs, ya que se puede ocasionar alguna alteración a lo largo del proceso: al inducir estimulaciones ováricas hormonales; la obtención y manejo de los gametos; la realización de la FIV y/o ICSI; cultivar los embriones durante varios días que exige unas condiciones óptimas del laboratorio (calidad del aire del laboratorio; pH, temperatura y osmolaridad de los medios de cultivo; equipamientos equilibrados, personal cualificado, etc.). Además, en muchas ocasiones, es necesario realizar otras técnicas como análisis genético preimplantacional y/o criopreservar los embriones.
2. Respecto a los estudios sobre empleo de las TRAs y cómo podrían afectar la salud de los niños nacidos por estas técnicas, hay que tener cierta prudencia y cautela, al valorar sus conclusiones ya que es tremendamente complejo realizar estudios cuyos resultados sean concluyentes. Esto es debido a que un gran número de trabajos parten de un pobre criterio, no tienen controles, no emplean las herramientas adecuadas para realizar el estudio estadístico idóneo; comparaciones entre grupos que aparentemente se parecen, pero luego no es así (edad, historia reproductiva, nivel socioeconómico, educación); estudios de baja potencia con muy pocos casos; mezclar grupos de niños (únicos vs gemelares vs trillizos); empleo de múltiples observadores; no anonimato en el estatus de la concepción; diferencias en las definiciones de defectos de nacimiento y los métodos de determinación; falta de información sobre los parámetros del tratamiento empleado, lo que resulta en un sesgo histórico sustancial a medida que las técnicas de TRAs han mejorado. Por último, los períodos de estudio que abarcan décadas, en muchos casos no es posible mantener el seguimiento de todos los niños sujetos al estudio.
A pesar de todas estas dificultades en los estudios, la realización de estudios epidemiológicos a gran escala es esencial, no sólo limitados al nacimiento sino también durante la vida adulta, para evaluar las implicaciones que las TRAs puedan tener sobre la salud y el bienestar de los niños nacidos por estas técnicas. Realmente el estudio de los primeros niños nacidos no ha terminado, si tenemos en cuenta que Louise Brown, el primer bebé, tiene actualmente 44 años.
¿Algunas acciones pueden reducir los riesgos en las TRAs?
Es evidente que los conocimientos, equipamientos, análisis y especialización de los profesionales del área, han mejorado notablemente los resultados de las TRAs, aun así, no se pueden controlar todos los factores que influyen sobre estos procesos. Sin embargo, diversos trabajos señalan que ciertas acciones pueden contribuir a una reducción de riesgos en la salud de los niños nacidos por TRAs que dependen de los propios pacientes; los especialistas y el laboratorio.
Los pacientes:
Es bien aceptado que el estilo de vida, los factores ambientales y epigenéticos, están relacionados con la fertilidad y con la salud de la descendencia. En el caso de las mujeres, factores que tienen efectos negativos son la edad, la obesidad y el estrés. En los hombres estos factores negativos son el tabaquismo, el alcohol y la obesidad.
Adquirir hábitos saludables (ejercicio, buena alimentación y mantener un buen peso) son fundamentales en la población para mejorar su salud y muy especialmente en pacientes que recurren a las TRAs, donde el asesoramiento de hábitos saludables, especialmente nutricionales, para ambos sexos, deberían estar presente en la atención preconcepcional. Desde mi punto vista, incluso antes, deberían existir campañas de información a la juventud, no sólo sobre las relaciones sexuales, la contracepción y las enfermedades de transmisión sexual, sino sobre el ciclo menstrual, hábitos saludables, proyecto reproductivo, preservación de la fertilidad, etc.
Los especialistas:
Un buen estudio de la pareja y causas de su subfertilidad/infertilidad.
Informar a los pacientes sobre los riesgos del empleo de las técnicas.
Tratamientos personalizados. No abusar de los tratamientos hormonales
Técnica de reproducción asistida más ajustada a cada caso y sólo si no hay otra forma de conseguir el embarazo.
En el laboratorio:
Mantener condiciones del laboratorio máxima calidad.
Aplicar las técnicas según cada caso.
No utilizar técnicas como ICSI o la criopreservación de forma indiscriminada.
Manipulación mínima de gametos y embriones.
Lejos de dar una conclusión, dada la complejidad de los casos que llegan a las TRAs, podemos destacar que algunas acciones como una atención preconcepcional incluyendo hábitos saludables, especialmente nutricionales, y un uso racional de las TRAs, parecen tener una influencia positiva en la futura salud de los niños nacidos por estas técnicas.
Como he mencionado en la entrada anterior, ya de vuelta de las vacaciones, quiero empezar sin hacer unas observaciones sobre las noticias de este verano que la prensa se empeña en magnificar a su antojo y que tanta preocupación e incluso dolor han causado.
Una de estas noticias, objeto de esta entrada, es la formación de “embriones sintéticos”, que no se han producido de forma natural, sin emplear espermatozoides y óvulos, ni se han desarrollado en el útero.
Dos equipo casi a la par han publicado en la revista Cell, el equipo israelí del profesor Jacob H. Hanna y en la revista Nature, equipo británico de la Profesora Magdalena Zernicka-Goetz. Me permito el inciso de indicar que en nuestros congresos de ASBIR, 2017 y 2019, conseguimos el Grupo de Interés de Embriología, tener en nuestra sesión, como ponentes invitados a dos investigadores del equipo británico. Sus trabajos, espectaculares, nos maravillaron a todos los asistentes.
Volviendo al tema que nos ocupa, podemos resumir de forma sencilla la relevancia de estos estudios:
APECTOS POSITIVOS
Formación de modelos experimentales a partir de células madre, mediante una mezcla de tres tipos diferentes de células madre embrionarias y extraembrionarias, a las que se les indujo mediante la introducción de la expresión de un conjunto de genes.
Desarrollo fuera del útero, abre un mundo inexplorado de conocimiento sobre la implantación y primeros pasos del desarrollo embrionario o el por qué algunos embriones no implantan. Para ello, recrearon un entorno favorable mediante dispositivos especiales que simulaban las condiciones del útero del ratón: aporte de nutrientes, presión atmosférica, movimiento, etc.
El desarrollo de estos embriones sintéticos, ha llegado a 8,5 días, es la vez que más tiempo se han desarrollado este tipo de embriones, teniendo en cuenta que la gestación de ratón es de 20 días, supone un 42,5% del desarrollo embrionario. Puntualizar,que por ley en España con embriones humanos, no se puede investigar más allá de 14 días y por supuesto, sin fines reproductivos.
ASPECTOS PENDIENTES
Aunque son estudios muy prometedores, aún hay mucho trabajo por delante para poder hablar de trasplante de órganos y tejidos generados por estos embriones sintéticos.
Es un procedimiento a día de hoy muy poco eficiente, sólo el 1% de los embriones sintéticos generados llegó a desarrollarse hasta los 8,5 días.
Será necesario explicar muy bien a la población que estos embriones sintéticos, dado su origen, no se pueden considerar como los embriones naturales. No tienen una gestación completa, no es posible actualmente ya que les faltan estructuras vitales como por ejemplo la placenta o el cordón umbilical. Además, aunque han generado múltiples órganos, estos de momento presentan graves alteraciones en formación y no tienen completa su funcionalidad.
El desarrollo de estos embriones sintéticos de ratón, no podemos negar que abre la puerta a aplicar estas técnicas en embriones humanos, cuyas ventajas al crear órganos serían entre otras: la realización de trasplantes; rejuvenecer el sistema inmunitario de personas mayores y no serían necesario los ensayos clínicos con animales.
La realidad es que la ciencia avanza y son las leyes de cada país, que no son iguales, las que han de velar por su correcta utilización. Así como la financiación de estos estudios, que no es púbica en muchos países.
Definitivamente vacaciones era lo que necesitaba. Me siento recuperada y preparada para afrontar los retos de la vida.
Comienzo éste nuevo periodo lleno de ilusión, con proyectos que espero vean la luz, porque están encaminados a ayudar/apoyar a todas las personas que requieran una mano amiga que resuelva sus dudas y curiosidades sobre la infertilidad.
Además, ilusionada por contar con grandes profesionales, generosos, con lo que compartir información y experiencias en @invitrored
Si quieres sugerirme algún tema en especial o contactar conmigo, puedes escribirme a victoriainvitro@irene
En la entrada anterior comentamos que, en la valoración de fecundación, estadío de zigoto (D+1) se abordaban dos apartados: a)Alteraciones morfológicas, ya descritas, y b)la División Temprana (DT) que trataremos a continuación.
En la valoración morfológica convencional/ puntual, el intervalo de observación de este parámetro, DT, se aconseja entre las 25 y las 27 horas post-ICSI (27-29 horas post- FIV). La frecuencia con la que se puede observar la DT es variable, pero a las 26±1 horas, cabe esperar que alrededor del 50% de los ciclos presenten algún embrión con DT, si bien esta probabilidad conforme aumenta la edad de la paciente, disminuye.
En la DT se analizan los siguientes parámetros morfológicos:
• Que se haya completado la primera división mitótica, primera división celular realizada. Se observan 2 células.
• Semejanza de tamaño de los blastómeros.
• Observar si hay fragmentación.
• Determinar si hay multinucleación.
La relación entre la DT y los resultados clínicos, en cuanto a tasas de implantación y gestación, es controvertida. Por un lado, hay trabajos que observan una relación directa entre la división temprana y los embriones seleccionados para transferencia que la presentaron, con alto potencial de implantación y anomalías cromosómicas disminuidas, mientras que otros autores no ven esa relación tan evidente, ni tampoco lo relacionan con la calidad embrionaria, el desarrollo hasta blastocisto o las anomalías cromosómicas.
El Grupo de Interés de Embriología-ASEBIR, realizamos un estudio en 2014, sobre la división temprana a fin de obtener resultados con datos propios. Las conclusiones fueron que la evaluación de la división temprana no añade valor pronóstico a la evaluación morfológica dada por ASEBIR en el desarrollo embrionario posterior. La gran mayoría de los embriones que presentan división temprana, morfológicamente son embriones de buena morfología, tanto D+2/D+3, por lo tanto, es mejor no alterar las condiciones de cultivo realizando una observación más que implica sacarlos de la incubadora e incrementa la carga de trabajo del laboratorio.
Si bien, se apreció, que la DT tenía cierto peso, en la selección de embriones de peor categoría, de manera que entre varios embriones de categoría C en D+3, aquellos que presentaron DT tenían mayor probabilidad de implantación (25,7% DT vs 14,9% No DT)
La introducción de los sistemas Time-Lapse (TLS) en el laboratorio, permiten, como ya hemos comentado en otras ocasiones, la medición de varios parámetros morfocinéticos (cuantitativos), y la identificación de anormalidades de crecimiento (parámetros cualitativos). Respecto a la DT, no la reconocen como una variable morfocinética de gran peso específico para el pronóstico de la implantación. Únicamente, si en el momento de la valoración de la DT (25-27 hpi) mediante TLS, el embrión tiene 3 blastómeros, procedentes de una división rápida o directa (de 1 a 3 células, mitosis tricotómica) tendría su importancia, ya que los embriones con este tipo de división temprana tienen comprometido su potencial de implantación y en consecuencia un mal pronóstico reproductivo.
Es innegable que la evaluación de la morfología secuencial a través de la cinematografía de Time-lapse permite observar acontecimientos imposibles de ver con el estudio de morfología convencional/puntual, como por ejemplo el movimiento errático de la PN dentro del citoplasma (singamia anormal); asincronía en aparición/desaparición de PN; PN que se desvanecen y reaparecen; extrusión del tercer PB en lugar de la formación del PN femenino, etc. permitiendo correlacionar alguno de estos acontecimientos con la calidad embrionaria, estado cromosómico e implantación, si bien son necesarios más estudios.
Pero ya sea mediante análisis morfológico convencional/puntual o el empleo de TLS, se aconseja utilizar el parámetro de DT como parámetro secundariopara decidir entre embriones de calidad similar.
En resumen, de lo tratado en esta entrada y la anterior sobre la valoración de la fecundación D+1, las recomendaciones dadas para el análisis morfológico convencional/puntual son:
De los parámetros analizados para establecer diferencias entre embriones de la misma calidad morfológica, destacamos:
Favorables:
La presencia de halo.
División temprana.
Desfavorables:
Cualquier estado diferente de 2PN + 2CP se debe descartar:
1PN + 1CP.
2PN + 1CP.
Más de 2PN.
Que se observe un solo precursor nucleolar en alguno de los PN.
Los pronúcleos separados o de tamaño desigual.
La división directa a 3 células (si se dispone de tecnología Time-Lapse).
En el estadio D+1, al igual que en D+0, en la bibliografía revisada se aprecia una gran variabilidad de resultados. De manera que no se puede contemplar la calidad en D+1, como parámetro fundamental en la categorización del futuro embrión.
Como véis la valoración DT puede tener un cierto valor para el laboratorio más que para el conocimeinto de los pacientes, ya que en en los días D+2 y D+3 donde la valoración de los embriones va a ser fundamental para su categorizació9n y posterior selección para la transferencia.
Si tienes alguna pregunta o curiosidad, no dudes en escribirme.
El día en que los pacientes reciben el resultado sobre la fundación de sus óvulos es un día crucial. No siempre se obtiene el resultado esperado y mucho menos se comprende. A fin de dar una visión global, que dé un poco de luz, vamos a conocer cómo se valora de forma correcta la fecundación del ovocito, estadio de zigoto (D+1), así como se identifican los posibles fallos o alteraciones de la misma, siguiendo los criterios morfológicos ASEBIR.
Es fundamental comprobar la fecundación del ovocito, en la valoración morfologica convencional / puntual, requiere ser estrictos con los intervalos de tiempo en que se lleva a cabo la observación. Los intervalos de observación recomendados, oscilan entre las 16 y las 18 horas posinseminación, dependiendo si se ha realizado FIV o ICSI, más allá de este horario los pronúcleos (PN) pueden haber desaparecido.
Tenemos que observar en una fecundación normal, la presencia de dos pronúcleos (PN), uno procedente del espermatozoide y otro del óvulo, y dos corpúsculos polares (CP) en la periferia, que contienen una cantidad haploide de ADN, el “excedente” tras completar la meiosis, y una cantidad mínima de citoplasma. Se indica así: 2 PN + 2 CP.
¿Qué parámetros evaluamos en este estadio D+1?
En D+1 se valoran las alteraciones morfológicas y la división temprana, está última la veremos en otra entrada.
Alteraciones morfológicas.
Corpúsculos polares (CP): Número, apariencia y localización respecto a los pronúcleos.
El número de corpúsculos polares es un parámetro importante para evaluar la ploidía (número de juegos completos de cromosomas en una célula) en conjunto con el número de PN.
Un único CP indica la no extrusión del segundo CP y, por tanto, los cigotos con un solo CP serán digínicos (la dotación cromosómica completa es de tipo diploide, pero procedente exclusivamente de la madre). En el caso de que el ovocito haya sido fecundado, se observarán 3PN + 1CP, y solo 2PN + 1CP, si no lo ha sido. Ante una observación clara de un CP, aunque el zigoto presente 2PN, no se recomienda la transferencia posterior del embrión debido a la ausencia de cromosomas paternos.
La apariencia de los corpúsculos polares suele hacer referencia al tamaño o fragmentación de los mismos.
La localización de los CP se valora respecto a los PN de manera que, los pronúcleos rotan y necesitan alinearse, esto es esencial, con la posición del 2doCP que define el eje polar para completar la división mitótica, dando como resultado el embrión de 2 células y la finalización de la fecundación.
Se ha sugerido que grandes ángulos de separación entre los CP son predictores de un desarrollo deficiente de los embriones. Este efecto podría ser debido a la orientación subóptima de PN generando un alto grado de turbulencia citoplásmica, lo que podría facilitar la división desigual o fragmentación.
No obstante, en la bibliografía, ni la apariencia de los CP, su tamaño o fragmentación, o localización respecto a los PN apoya que se incluyan estas características en la valoración morfológica D+1.
Número de pronúcleos (PN).
La fecundación normal, como ya hemos mencionado, es cuando se observa la presencia de 2PNs + 2 CP en el cigoto.
En la fecundación anómala se pueden observar varias situacioes en el cigoto:
Presencia de 3PN + 2CP, signo inequívoco de una fecundación anómala. En el caso en el que el ovocito haya sido inseminado mediante FIV convencional, su origen más probable sería una polipenetración espermática. En cualquier caso, hay que descartar el zigoto, ya que será triploide.
Presencia de 2PN y uno o más micronúcleos también es signo de fecundación anómala, debido en este caso a errores en la formación de los pronúcleos. Debemos descartar este tipo de oocito fecundado porque existe una correspondencia con la presencia de anomalías cromosómicas.
Presencia de un solo pronúcleo (1PN + 2CP) que puede tener diferentes orígenes:
Haploídia: En el 80% de los casos es debida a alteraciones de la ginogénesis. Mientras que la partenogénesis o androgénesis son menos comunes.
Asincronía en la formación de los pronúcleos o fusión temprana (3-4h)
Diploidía uniparental
En el caso 1PN + 2CP, se podría realizar una observación adicional más tarde, por la posibilidad de aparición tardía del PN que falta.
Según los criterios ASEBIR, se deberían descartar todos aquellos ovocitos fecundados provenientes de ICSI que presentan 1PN + 2 CP, por ser un patrón relacionado con aneuploidías o activación partenogenética. En cuanto a los ovocitos fecundados que proceden de FIV convencional y presenten 1PN + 2CP, queda a criterio de cada laboratorio seguir o no su evolución, ya que un 80% pueden ser diploides. Tabla 1
Apariencia de los pronúcleos y Cuerpos precursores nucleolares (Nucleolar Precursor Bodies, NPB)
La apariencia de los PN se valora en función de su simetría (igual o desigual), su posición (adyacente o separada) y localización en el citoplasma (centrales o no).
Es una característica fundamental, el correcto alineamiento de los PN en el eje polar para completar la primera división celular y el desarrollo normal posterior.
Los cuerpos precursores nucleolares (Nucleolar Precursor Bodies, NPB) se clasifican en cuanto a número, simetría (tamaño similar) y localización (polarizados: alineados en la membrana o situados en la mitad próxima al PN adyacente)
La dinámica relacionada con el ciclo celular y los eventos en la formación de PN, ha llevado a muchos autores a investigar y correlacionar la presencia, el patrón y el número de NPB con el potencial desarrollo embrionario. Esto ha dado lugar a diversas clasificaciones.
Los expertos, en el consenso de Estambul (2011) establecieron tres categorías para la puntuación PN que se basan en la morfología de NPB y PN: (1) simétrica, (2) no simétrica y (3) anormal
De lo expuesto, hay que destacar tres características morfológicas que sí parecen tener relación con bajas tasas de implantación o con deficiente calidad embrionaria, mayores tasas de aneuploidías y alteraciones en la dotación cromosómica del embrión. Estas características son:
• Pronúcleos separados.
• Pronúcleos de tamaño desigual.
• Un solo precursor nucleolar en un pronúcleo.
Halo citoplasmático: Presencia/ausencia y aspecto.
El cigoto que presenta halo se caracteriza por presentar un área cortical más clara en una zona exterior del citoplasma del ovocito. La formación del halo citoplasmático puede ser debida a los movimientos y rotaciones de los PN junto con la redistribución de las mitocondrias hacia el centro del cigoto. Su valoración, aunque tiene un alto grado de subjetividad por parte de los observadores, se ha comprobado que la presencia de halo, siempre y cuando no sea excesiva, es una característica positiva. El trabajo del equipo de Ezoe et al. (2021), confirma que el halo citoplasmático se puede utilizar para seleccionar embriones más competentes para la transferencia. Además, han observado que las características del halo citoplasmático estan fuertemente asociadas al diámetro de los ovocitos, la edad masculina y la posición inicial del pronúcleo masculino.
Comentarios finales:
Todo lo expuesto se refiere a la observación morfológica clásica / convencional. Es innegable que la entrada del Time-lapse (TL) en los laboratorios, desde el 2010, ha aportado muchísima información respecto a la fecundación, y posterior desarrollo embrionario, que se desconocían en la valoración morfológica clásica. Respecto a la fecundación, el TL ha dado lugar a nuevos parámetros como la aparición del segundo CP (tPB2); el tiempo en que aparecen los PN (tPNa), que es más temprano de lo estimado en morfología convencional, de 9-10 horas posinseminación; el tiempo de presencia de los PN (tZ) (24-28h posinseminación); tiempo de desaparición de PN (tPNf), y todo ello se ha relacionado con el desarrollo embrionario, implantación e incluso probabilidad de recién nacido vivo.
Aunque la introducción de los TLS en los laboratorios de FIV, haya relegado a un segundo plano las clasificaciones clásicas de PN, basadas en una única observación puntual, no invalida la valoración de la morfología embrionaria convencional que pueden seguir realizando los centros que carezcan de TLS.
Vamos a conocer las características, parámetros, más sobresalientes que los embriólogos observamos en los ovocitos, siguiendo los criterios ASEBIR.
Complejo cúmulo –corona radiata-ovocito (COC)
En la valoración del ovocito o D+0, todavía no se ha producido la fecundación, tras la aspiración folicular, el embriólogo buscará y aislará los complejos cúmulos-corona-radiata-ovocito (COC). El cúmulo (cumulus oophorus) es un conjunto de células que rodean al ovocito tanto en el folículo ovárico como después de la ovulación. La capa de células que rodea al ovocito tras la ovulación es conocida con el nombre de corona radiata y junto al óvulo conforman el COC.
Dependiendo de cómo sea el aspecto del COC, vamos a tener información aproximada sobre el estado de madurez del ovocito. De manera que, si las células de la granulosa se ven oscuras y muy juntas, el ovocito puede ser inmaduro y encontrarse en Profase I, con vesícula germinal visible, indica que su núcleo tiene una carga cromosómica diploide. Si las células de la granulosa están más extendidas, aunque rodeando al óvulo estén oscuras, el ovocito se encontrará en Metafase I, durante esta fase el núcleo se disuelve y los cromosomas de la célula se condensan y se agrupan, alineándose en el centro de la célula que se va a dividir. Cuando las células de la granulosa están expandidas y alrededor del óvulo se aprecia la corona radiata, se corresponde con un óvulo maduro que presenta el primer corpúsculo polar (CP), ha reducido su carga genética y está preparado para ser fecundado. Se estima que un 85% de los ovocitos recuperados en punción folicular son maduros, MII y un 15% inmaduros (4% MI y 11% PI)
Es necesario que la madurez del ovocito se realice tanto a nivel del núcleo como a nivel citoplasmático, y ambos componentes deben ocurrir de manera coordinada y bien sincronizada.
Además de su estado madurativo, podemos observar, si retiramos las células de la granulosa que lo rodean, una serie de alteraciones en el óvulo tanto en su citoplasma como fuera del mismo, espacio perivitelino (entre el citoplasma y la zona pelúcida). No todos los óvulos son iguales ¿Sabías que un 60-70% de ovocitos procedentes de tratamiento de estimulación ovárica presentan alteraciones morfológicas que pueden afectar el futuro desarrollo embrionario.?
Alteraciones morfológicas citoplasmáticas.
Agrupación de orgánulos/granulosidad localizada en el centro del ovocito. Dentro de las alteraciones en el citoplasma más frecuentes se encuentran el agrupamiento de organelos y su granularidad. Dependiendo de la extensión y profundidad de estos, se producirán mayores alteraciones, de hecho, cuando es central, se asocia con baja potencial de implantación y alta tasa de aborto espontáneo.
Agregación de retículo endoplasmático liso (AREL). ARL aparece en el 10% de los ciclos de inducción de la ovulación y en el 19-34% de los ovocitos obtenidos. Es una anomalía severa, por lo que se recomienda evitar por completo los embriones derivados de ovocitos con ARL. El retículo endoplásmico liso (REL) regula el desarrollo embrionario temprano a través de la acumulación de energía y juega un papel clave en el almacenamiento y liberación de calcio. La presencia de ARL disminuye la tasa de fecundación; se asocia con desarrollo embrionario anormal, baja tasa de formación de blastocistos, alto porcentaje de embarazos bioquímicos y complicaciones obstétricas en los embarazos derivados de estos embriones. Incluso hay trabajos sobre la aparición de reordenamientos cromosómicos complejos con deleciones 2q31. Como consecuencia, la recomendación realizada por el Consenso ALPHA/ ESHRE (2015) es que sólo se pueden transferir embriones de ovocitos ARL, cuando no haya otros embriones adecuados disponibles durante varios ciclos. No obstante, hay publicaciones sobre niños nacidos sanos de óvulos ARL y sus autores reclaman una actualización del Consenso Alpha/Eshre.
Vacuolas. Es el dismorfismo citoplasmático más evidente, cuyo número y tamaño varían considerablemente. Si son de gran tamaño (>14um) y persistentes, pueden hacer fracasar la fecundación y caso de que esta ocurra, alterar el plano de división de los blastómeros y comprometer la formación de blastocistos
Inclusiones citoplasmáticas. Se trata de pequeñas áreas de necrosis, compuestos de gránulos densos y lípidos. No hay acuerdo en la bibliografía sobre su posible influencia en la fecundación, desarrollo y calidad embrionaria o formación de blastocistos. Fig 1
Alteraciones morfológicas extracitoplasmáticas
Restos celulares en el espacio perivitelino. Se relacionan con el deterioro de la zona pelúcida interna. Si estos restos celulares son abundantes pueden comprometer la fecundación. El origen de estos restos celulares parece estar en un exceso de gonadotropinas en la estimulación. Aunque la presencia de estos restos se considera una anomalía, hasta la fecha no se le ningún valor pronóstico, aunque se relaciona con una menor tasa de implantación.
Anomalías de la zona pelúcida (ZP) pueden variar desde el D+0 hasta el D+5, pero hay otras más constantes como contorno no circular, presencia de septos, abultamientos, etc. Con la introducción de la óptica con luz polarizada es posible observar la estructura de la ZP y relacionarla con la probabilidad de formación de blastocistos, implantación y gestación.
Espacio perivitelino aumentado. Este dismorfismo es fácil de observar al microscopio invertido, es característico pues parece que el citoplasma “flota” en el interior de la ZP. Esta característica parece estar asociada a una sobre maduración del ovocito. Es complicado a veces, realizar la ICSI, ya que es difícil que el citoplasma no se desplace al intentar inyectarlo. Se relaciona con una baja tasa de fecundación.
Alteraciones del primer corpúsculo polar: fragmentación y tamaño. El 1er CP se expulsa una vez completada la Metafase II, permitiendo que el ovocito sea fecundado. Este CP se va fragmentando conforme más tiempo pase antes de ser fecundado el óvulo, la implicación que esto pueda tener en los procesos posteriores no parece estar claro, dadas las visiones contradictorias en la bibliografía. Otra característica es el tamaño que varía de pequeño a grande. Siendo la recomendación no inyectar aquellos ovocitos con CP >30 µm ya que puede tratarse de ovocitos alterados cromosómicamente (aneuploides)
Por lo tanto, podemos definir como un ovocito “ideal”, desde el punto de vista morfológico, aquel que presenta:
1er Corpúsculo polar intacto
Espacio perivitelino pequeño
Zona pelúcida homogénea y translúcida con Ø ~ 17 µm
A pesar de estas características que han de reflejarse en el informe, actualmente no se incluye el ovocito como parámetro importante en la categorización del embrión debido a la falta de consenso sobre cuál de estos parámetros es el ideal para seleccionar el ovocito adecuado.
Si tienes alguna duda o curiosidad, escríbeme a victoriainvitro@gmail.com.
En este mes de junio en el que estamos celebrando el mes de la Infertilidad o el Cuidado de la Fertilidad, también tienen lugar otra serie de celebraciones, entre las que destaca el Orgullo LGBT+.
El pasado día 28, #DíadelOrgulloGay, fue la fecha oficial para reivindicar la igualdad de derechos ante la ley, la no discriminación y la dignidad de las personas LGBT Uno de esos derechos es el de poder tener hijos, derecho que en muchos países del mundo está totalmente prohibido.
Por lo tanto, para despedir este mes, tratar algunos aspectos sobre el Método ROPA (Recepción de Ovocitos de la Pareja) que permite a las parejas de mujeres lesbianas compartir la maternidad, me parece muy adecuado. En España desde el 3 de julio de 2005, es legal el matrimonio entre personas del mismo sexo y eso incluye su derecho a la adopción conjunta, herencia y pensión. Por razones obvias, las parejas homosexuales para poder tener un hijo propio han de recurrir a las técnicas de reproducción asistida (TRAs). En el caso concreto de las parejas de lesbianas, las opciones que se pueden plantear son varias, como se enumeran a continuación, en función de su edad, estado de salud, deseos reproductivos, etc.:
De todas estas opciones, el Método ROPA (Recepción de Óvulos de la Pareja) o Maternidad Compartida, como se conoce en España, o la FIV recíproca, en otros países, presenta una serie de características a destacar:
Lo atractivo de este método es que las dos mujeres están implicadas en el nacimiento de su bebé, por un lado, una dona los óvulos y los embriones son transferidos al útero de su pareja. Es la gran diferencia respecto a la IA (IA-D) o FIV de donante (FIV-D), donde sólo participa una de ellas.
Aunque es decisión de la pareja sobre quién dona los óvulos y quién lleva adelante la gestación, los clínicos tras el estudio minucioso de la historia clínica de la pareja y valorar la probabilidad de éxito del programa, darán su opinión. Partiendo de la base que no existe ninguna patología que comprometa el proceso, la más joven (preferiblemente <35 años) es la que dona los óvulos, dado que la edad es un factor limitante y está en razón inversa a la calidad de los óvulos. Por otro lado, la futura gestante (preferentemente <42 años) hará un tratamiento a fin de preparar el útero para la recepción de los embriones.
Antes de comenzar el tratamiento es necesario realizar una serie de analíticas y exploraciones a la pareja.
Pruebas comunes
Ambas han de tener buena salud general.
Analítica general
Serología,
Perfil hormonal
Ecografía ginecológica
Madre genética (dona los óvulos)
Valoración de la Reserva ovárica
Estudio genético
Edad <35 años (preferiblemente)
Madre gestacional (lleva la gestación)
Ausencia de malformaciones uterinas o patologías.
Pruebas adicionales:
Histeroscopia
Biopsia endometrial
Edad <42 años (preferiblemente)
Tras la estimulación ovárica y obtención de los ovocitos, los óvulos son fecundados con semen de donante mediante FIV; los embriones serán cultivados y seleccionado 1-2 embriones para transferencia y el resto de buena calidad serán vitrificados, como en un ciclo de FIV convencional.
La transferencia se realiza en el útero de su pareja, previa preparación endometrial, que será la que llevará la gestación adelante.
Los riesgos son los mismos que para la FIV convencional, con la particularidad que se requiere que ambas mujeres se sometan a tratamientos médicos.
La criopreservación permite varias formas de abordar el método ROPA:
Vitrificar los embriones de calidad sobrantes del ciclo realizado
Realizar ciclo no sincronizado, vitrificación de todos los embriones y transferencia diferida (con posterioridad)
Técnicamente posible pero no aceptado, la transferencia simultánea a ambas mujeres.
Tras un ciclo fallido o con éxito, un cambio en la mujer que realice la transferencia embrionaria.
Otra estrategia es la vitrificación de óvulos
La tasa de éxito de gestación, según algunas centros, es una de las más altas en las TRAs, hay una horquilla entre el 60-70% o más. Sin embargo, el Registro de la SEF (2019) la tasa de gestación por transferencia en pacientes de FIV en el mismo rango de edad (<35 años) es de un 42,5% con una tasa de recién nacido por transferencia es de un 34.6% extrapolable a Método Ropa, (ya que no hay un registro específico). Los resultados van a estar directamente relacionados con la edad, <35 años, la que dona los óvulos, con una buena reserva ovárica y calidad ovocitaria.
Existen una serie de aspectos a tratar como problemas legales y emocionales considerables, por lo cual es muy recomendable que las parejas reciban asesoramiento legal y emocional apropiado de antemano.
El Método ROPA, al realizarse en nuestro país, lo ha convertido en uno de los destinos más solicitados para realizar este método, dada la alta calidad de sus profesionales, muy buenos resultados y la legislación tan avanzada en este campo. La seguridad social atiende casos de lesbianas y mujer sola en determinadas comunidades autónomas, como por ejemplo Valencia. Si bien, estos programas se llevan a cabo principalmente en clínicas privadas, y es necesario estar legalmente casadas. Al estar casadas, ambas mujeres son reconocidas como progenitoras de su hijo, nacido gracias a Técnicas de Reproducción Asistida (TRAs). Atención: No basta firmar el consentimiento informado conjuntamente. Hay que cumplir el trámite de Ley del registro civil (art. 7.3 en su redacción dada por la ley 19/2015, de 13 de julio)
Dado que existe ciertas dudas frecuentes sobre este método intentaré aclararlas en los siguientes puntos:
Para recurrir a las TRAs, la pareja de mujeres ha de estar casada, en caso de no estarlo, sólo pueden acudir a las TRAs como mujeres solas. No puede haber donación de óvulos entre la pareja no casadas.
Dado que en todos los casos es necesaria la intervención de semen de donante, éste se selecciona en función de las características de la pareja. Principalmente, el semen se escoge en función de la mujer que va a gestar el embarazo debido a que su pareja ya aporta su material genético en la donación de óvulos que realiza.
Si el proyecto reproductivo de la pareja es tener más hijos, no está de más consultar con el banco de semen certificado la posibilidad de “reservar” una muestra de semen del donante que ha utilizado en su ciclo anterior, siempre y cuando esté disponible, ya que la ley de Reproducción Asistida en España limita a 6 el número máximo de hijos nacidos por donante. De esta manera los hijos serían hermanos de padre, caso de inseminarse de nuevo la mujer o ambas mujeres.
Respecto al futuro de los embriones crioconservados sobrantes pueden ser transferidos a la pareja que no se los transfirió previamente, ya que la ley de RA así lo contempla.
Desde el punto de vista legal, al no tratarse de una donación de gametos de forma anónima y gratuita como exige la Ley 14/2006 de Reproducción Asistida (RA) fue modificada para contemplar esta situación. Esto permite reconocer a las dos mujeres como progenitoras del bebé, permitiendo que en el matrimonio de lesbianas la donación de gametos no sea anónima. Todos estos cambios han llevado a modificar los consentimientos informados que hay que leer, entender y firmar antes de iniciar el proceso
En resumen:
El Método ROPA tiene un desarrollo constante y va en aumento.
Los aspectos clínicos no tienen mayor complicación que otra TRA más.
Los aspectos legales tienen mayor repercusión ya que el método ROPA, aunque carece de un reconocimiento explícito en la ley de reproducción española, su práctica se debe entender dentro de los márgenes que permite la libertad reproductiva, de acuerdo con la definición de esta última contenida en la Ley orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la IVE (Documento SEF-Método ROPA, 2020).
Los aspectos emocionales son importantes por lo que el apoyo psicológico especializado debe estar disponible.