¿Qué hacer con los cigotos monopronucleados?

La comprobación de la fecundación de los ovocitos, se realiza entre las 16h-18h tras haber realizado la inseminación por FIV o ICSI (D+1). Es importante analizar si los ovocitos tienen una fecundación normal, para ello han de presentar los 2 pronúcleos (PN) y los 2 corpúsculos polares (CP), sería representado por 2PN+2CP. Pero, pueden ocurrir una serie de alteraciones en los procesos, en la extrusión del segundo corpúsculo polar y/o formación de los pronúcleos dando lugar a fecundación anómala y, por tanto, en la mayoría de los casos, son descartados.

Origen de 1PN+2CP

En el caso que nos ocupa, en cigotos 1PN+2CP, la presencia de un solo pronúcleo (incidencia entre el 2,7% – 5,6%), en principio, podría indicar que es haploide (23 cromosomas) y por lo tanto no viable, ni transferible. Sin embargo, podría ser que el cigoto 1PN fuese diploide, debido a diferentes orígenes:

1. En el 80% de los casos la haploidía es debida a una forma de partenogénesis en la que el óvulo es activado por la presencia del espermatozoide (sin entrada del espermatozoide) o activación de ovocitos con entrada de espermatozoides, seguida de formación de pronúcleo femenino, sin que se forme pronúcleo masculino, por lo cual éste no contribuye con su ADN a la descendencia (ginogénesis). Mientras que es menos común la formación del pronúcleo masculino, el pronúcleo femenino no se forma (androgénesis)

2.  La observación puntual puede no valorar una asincronía en la formación de los pronúcleos, es decir, que se formen los pronúcleo en tiempos diferentes, o se haya producido una fusión temprana (3-4h), donde la formación de pronúcleos femenino y masculino se fusionan/incorporan, creando un gran pronúcleo, por lo tanto, serían cigotos diploides (46 cromosomas)

3.  Disomia uniparental es un hecho ocasional en el que un pronúcleo no se desarrolla, pero el otro pronúcleo ya contiene un genoma diploide o, alternativamente, el genoma haploide sufre una endoreduplicación.

Hasta hace unos años cigotos con fecundación anormal era descartados, pero posteriormente diversos trabajos publicados sostienen que los embriones derivados de cigotos 1PN han dado lugar al nacimiento de niños vivos sanos, por lo cual han propuesto que  los embriones derivados de cigotos 1PN no deben ser descartados sino considerados para transferencia. Sin embargo, los derivados de ICSI, el cultivo a blastocistos no es tan eficaz, y por tanto, la transferencia de estos embriones 1PN debe tratarse con precaución.

Entonces… ¿Qué hacer los cigotos 1PN?

Según los criterios ASEBIR (2015), que se mantienen respecto a los cigotos 1PN en la actualización de 2018, morfología convencional, aquellos embriones derivados de cigotos 1PN fecundados mediante FIV, se aconseja dejarlos en cultivo extendido hasta blastocisto ya que en un 80% son blastocistos diploides. Mientras que, para aquellos cigotos 1PN derivados de ICSI se aconseja descartarlos, ya que sólo un 20% de ellos, si evolucionan, serían embriones euploides. No obstante, la decisión de seguir adelante con el cultivo de estos embriones queda bajo criterio de cada laboratorio. Tabla I

El estudio de la morfocinetica, con la aparición de los sistemas Time-lapse (STL) ha aportado mayor información gracias a la observación continua de los fenómenos de fecundación, desde la extrusión del segundo CP, aparición de PN masculino y PN femenino, fusión, y la desaparición pronuclear y posterior desarrollo embrionario. Estas observaciones permiten una mejor categorización del desarrollo pronuclear (pronúcleos de tamaño desigual, pronúcleos desplazados a la periferia de la célula o pronúcleos que no se unen a las 16-18 h o tienen un aparición más tardía) y su relación con un normal o menor desarrollo embrionario.

El tamaño del 1PN puede indicar que contenga los genomas masculino y femeninos, aquellos que presentan un área pronuclear grande (≥ 710 μm2) o un diámetro ≥ 31 μm, tienen un potencial de desarrollo similar al de los cigotos 2PN. No obstante, es necesario validar estos datos con más estudios.

Además, la monitorización time-lapse permite diferenciar entre el pronúcleo originado por espermatozoides y ovocitos por su proximidad al segundo cuerpo polar, con diferentes características morfocinéticas y morfométricas reportadas entre los dos pronúcleos. Un trabajo que me parece muy ilustrativo es el de Wei et al (2022) donde miden la distancia entre la posición de la extrusión del segundo cuerpo polar y el cono de fertilización o epicentro/posición inicial de la onda citoplasmática (mediante un software de análisis de vectores). Encuentran un alto grado de precisión en la formación de un cigoto 1PN, que se forma cuando la fusión del espermatozoide tiene lugar dentro de los 17 μm-18 μm desde el punto de extrusión del segundo cuerpo polar (dependiendo del sistema de observación time-lapse empleado). Sus observaciones indican:

  • Los cigotos 1PN diploides se forman cuando el espermatozoide se fusiona con la membrana del ovocito proximal a los cromosomas que se encuentran debajo del segundo cuerpo polar.
  • Una activación partenogenética femenina puede ser sospechada en cigotos 1PNs cuando no se observa la formación del cono de fertilización y ni la onda citoplasmática, debido a que el espermatozoide no ha entrado en el óvulo.
  • Una posible explicación de la formación de un cigoto 1PN anómalo cromosómicamente tras ICSI, puede tener su origen debido a fenómenos como la   rotura de la membrana del citoplasma del ovocito, la aspiración del huso meiótico con la pipeta de inyección o cuando se inyecta un espermatozoide muy cerca del huso.

No obstante, la determinación de la ploidía del 1PN, a fecha de hoy, sólo es posible obtenerla mediante los estudios genéticos. El primero en alertar sobre el potencial de los cigotos 1PN fue Manor et al. (1966) aconsejando el análisis de estos embriones, a los que denominó “embriones indocumentados”, mediante la hibridación in situ fluorescente, FISH antes que ser descartados. Con los grandes avances en genética, hoy la biopsia de trofoectodermo seguida del Test Genético Preimplantacional para Aneuploidías (PGT-A) con secuenciación de última generación (NGS), combinado con el análisis de los polimorfismos de ADN, revelan si los embriones de 1PN son verdaderamente haploides, o si se ha producido una fecundación normal. Determinar los embriones derivados de 1PN euploide, permite contar con blastocistos euploides extra para los todos los casos en general y de un valor añadido en los casos de pobre pronóstico.

También se recomienda para confirmar que el feto es cromosómicamente normal, realizar pruebas prenatales no invasivas (NIPT) a las 9 a 10 semanas y por un diagnóstico prenatal como una muestra de vellosidades coriónicas (CVS) a las 11 a 12 semanas o una amniocentesis a las 15. –16 semanas.

Información a pacientes sobre los cigotos 1PN

Los resultados obtenidos en transferencia de embriones derivados de cigotos 1PN ponen de manifiesto que, aunque las tasas respecto a gestación y niño recién nacido frente a los embriones derivados de 2PN son más bajas, los embriones derivados de 1PN procedentes de FIV tienen tasas mayores de éxito que los de ICSI.

Si bien es cierto que no hay una evidencia fuerte sobre los embriones derivados de 1PN, debido a la gran variabilidad de criterios entre los diferentes centros, heterogeneidad a la hora de realizar los estudios y el desconocimiento de los resultados de niños nacidos. Por lo tanto, los pacientes deben recibir asesoramiento adecuado y tomar decisiones informadas sobre la seguridad de la transferencia de estos embriones, si prefieren descartarlos, realizar sólo un cultivo a blastocisto, en cuyo caso hay que valorar la posibilidad de una gestación molar, aunque hay publicados escasos casos, haploidia o disomia uniparental que podrían ser posibles.

Recientemente, en el I Simposio Hospital Ruber Madrid sobre Reproducción Asistida (7 y 8 de marzo de 2024), hemos tenido la oportunidad de conocer el trabajo de C. Ussher, embrióloga de Genea, Melbourne, (Australia) que ha tratado este tema y nos ha mostrado su experiencia con más de 18.802 ciclos. Dado que no todos los embriones derivados de cigotos 1PN son anormales, consideran su utilización en la rutina del laboratorio tras el empleo los test adecuados, PGT-A y herencia biparental. La posibilidad de obtener embriones euploides derivados de cigotos 1PN permite disponer de embriones extra especialmente en casos de pobre pronostico. El esfuerzo del laboratorio, análisis genéticos, información a pacientes etc. debe realizase manteniendo un delicado equilibrio entre el riesgo y la recompensa.

En resumen:

La propuesta de emplear cigotos 1PN en el rutina de laboratorio implica prudencia y una serie de planteamientos como son:

  • Realizar el cultivo extendido a blastocisto. Los cigotos 1PN tienen una tasa menor de desarrollo que los cigotos 2PN+2CP, en concreto los derivados de ICSI.
  • Necesario el análisis PGT-A y test biparental para determinar euploidia (2,7%)
  • Los embriones derivados de cigotos 1PN, son adicionales, no prioritarios para transferir. Aunque permiten aumentar el número de embriones para transferencia, tienen baja tasa de implantación y gestación.
  • Su implementación en el programa de reproducción exige más tiempo para informar a los pacientes, firmar un consentimiento informado específico y consensuar con ellos el modo de proceder.
  • En la rutina del laboratorio implica más cultivos extendidos a blastocistos a controlar, realizar las pruebas genéticas de PGT-A y de herencia biparental, así como la criopreservación los embriones euploides extra.
  • Son necesarios más estudios, estandarizados y con fiel reflejo de los resultados de los nacimientos de los niños nacidos de embriones derivados de cigotos 1PN.

Victoria

Valoración de la fecundación. D+1  

El día en que los pacientes reciben el resultado sobre la fundación de sus óvulos es un día crucial. No siempre se obtiene el resultado esperado y mucho menos se comprende. A fin de dar una visión global, que dé un poco de luz, vamos a conocer cómo se valora de forma correcta la fecundación del ovocito, estadio de zigoto (D+1), así como se identifican los posibles fallos o alteraciones de la misma, siguiendo los criterios morfológicos ASEBIR

Es fundamental comprobar la fecundación del ovocito, en la valoración morfologica convencional / puntual, requiere ser estrictos con los intervalos de tiempo en que se lleva a cabo la observación. Los intervalos de observación recomendados, oscilan entre las 16 y las 18 horas posinseminación, dependiendo si se ha realizado FIV o ICSI, más allá de este horario los pronúcleos (PN) pueden haber desaparecido.

Tenemos que observar en una fecundación normal, la presencia de dos pronúcleos (PN), uno procedente del espermatozoide y otro del óvulo, y dos corpúsculos polares (CP) en la periferia, que contienen una cantidad haploide de ADN, el “excedente” tras completar la meiosis, y una cantidad mínima de citoplasma. Se indica así: 2 PN + 2 CP.

¿Qué parámetros evaluamos en este estadio D+1?

En D+1 se valoran las alteraciones morfológicas y la división temprana, está última la veremos en otra entrada.

Alteraciones morfológicas.

  • Corpúsculos polares (CP): Número, apariencia y localización respecto a los pronúcleos.

El número de corpúsculos polares es un parámetro importante para evaluar la ploidía (número de juegos completos de cromosomas en una célula) en conjunto con el número de PN. 

Un único CP indica la no extrusión del segundo CP y, por tanto, los cigotos con un solo CP serán digínicos (la dotación cromosómica completa es de tipo diploide, pero procedente exclusivamente de la madre). En el caso de que el ovocito haya sido fecundado, se observarán 3PN + 1CP, y solo 2PN + 1CP, si no lo ha sido. Ante una observación clara de un CP, aunque el zigoto presente 2PN, no se recomienda la transferencia posterior del embrión debido a la ausencia de cromosomas paternos.

La apariencia de los corpúsculos polares suele hacer referencia al tamaño o fragmentación de los mismos.

La localización de los CP se valora respecto a los PN de manera que, los pronúcleos rotan y necesitan alinearse, esto es esencial, con la posición del 2doCP que define el eje polar para completar la división mitótica, dando como resultado el embrión de 2 células y la finalización de la fecundación.

Se ha sugerido que grandes ángulos de separación entre los CP son predictores de un desarrollo deficiente de los embriones. Este efecto podría ser debido a la orientación subóptima de PN generando un alto grado de turbulencia citoplásmica, lo que podría facilitar la división desigual o fragmentación.

No obstante, en la bibliografía, ni la apariencia de los CP, su tamaño o fragmentación, o localización respecto a los PN apoya que se incluyan estas características en la valoración morfológica D+1.

  • Número de pronúcleos (PN).

La fecundación normal, como ya hemos mencionado, es cuando se observa la presencia de 2PNs + 2 CP en el cigoto.

En la fecundación anómala se pueden observar varias situacioes en el cigoto:

  • Presencia de 3PN + 2CP, signo inequívoco de una fecundación anómala. En el caso en el que el ovocito haya sido inseminado mediante FIV convencional, su origen más probable sería una polipenetración espermática. En cualquier caso, hay que descartar el zigoto, ya que será triploide.
  •  Presencia de 2PN y uno o más micronúcleos también es signo de fecundación anómala, debido en este caso a errores en la formación de los pronúcleos. Debemos descartar este tipo de oocito fecundado porque existe una correspondencia con la presencia de anomalías cromosómicas.
  • Presencia de un solo pronúcleo (1PN + 2CP) que puede tener diferentes orígenes:
    • Haploídia: En el 80% de los casos es debida a alteraciones de la ginogénesis. Mientras que la partenogénesis o androgénesis son menos comunes.
    • Asincronía en la formación de los pronúcleos o fusión temprana (3-4h)
    • Diploidía uniparental 

En el caso 1PN + 2CP, se podría realizar una observación adicional más tarde, por la posibilidad de aparición tardía del PN que falta.

Según los criterios ASEBIR, se deberían descartar todos aquellos ovocitos fecundados provenientes de ICSI que presentan 1PN + 2 CP, por ser un patrón relacionado con aneuploidías o activación partenogenética. En cuanto a los ovocitos fecundados que proceden de FIV convencional y presenten 1PN + 2CP, queda a criterio de cada laboratorio seguir o no su evolución, ya que un 80% pueden ser diploides. Tabla 1

Tabla 1.- Propuesta de cómo actuar antes las diferences situaciones en la valoración de la fecundación. Criterios Morfologicos, ASEBIR

  • Apariencia de los pronúcleos y Cuerpos precursores nucleolares (Nucleolar Precursor Bodies, NPB)

La apariencia de los PN se valora en función de su simetría (igual o desigual), su posición (adyacente o separada) y localización en el citoplasma (centrales o no).

Es una característica fundamental, el correcto alineamiento de los PN en el eje polar para completar la primera división celular y el desarrollo normal posterior.  

Los cuerpos precursores nucleolares (Nucleolar Precursor Bodies, NPB) se clasifican en cuanto a número, simetría (tamaño similar) y localización (polarizados: alineados en la membrana o situados en la mitad próxima al PN adyacente)

La dinámica relacionada con el ciclo celular y los eventos en la formación de PN, ha llevado a muchos autores a investigar y correlacionar la presencia, el patrón y el número de NPB con el potencial desarrollo embrionario. Esto ha dado lugar a diversas clasificaciones.

Los expertos, en el consenso de Estambul (2011) establecieron tres categorías para la puntuación PN que se basan en la morfología de NPB y PN: (1) simétrica, (2) no simétrica y (3) anormal

De lo expuesto, hay que destacar tres características morfológicas que sí parecen tener relación con bajas tasas de implantación o con deficiente calidad embrionaria, mayores tasas de aneuploidías y alteraciones en la dotación cromosómica del embrión. Estas características son:

• Pronúcleos separados. 

• Pronúcleos de tamaño desigual.

• Un solo precursor nucleolar en un pronúcleo.

  • Halo citoplasmático: Presencia/ausencia y aspecto.

El cigoto que presenta halo se caracteriza por presentar un área cortical más clara en una zona exterior del citoplasma del ovocito. La formación del halo citoplasmático puede ser debida a los movimientos y rotaciones de los PN junto con la redistribución de las mitocondrias hacia el centro del cigoto. Su valoración, aunque tiene un alto grado de subjetividad por parte de los observadores, se ha comprobado que la presencia de halo, siempre y cuando no sea excesiva, es una característica positiva. El trabajo del equipo de Ezoe et al. (2021), confirma que el halo citoplasmático se puede utilizar para seleccionar embriones más competentes para la transferencia. Además, han observado que las características del halo citoplasmático estan fuertemente asociadas al diámetro de los ovocitos, la edad masculina y la posición inicial del pronúcleo masculino.

Comentarios finales:

Todo lo expuesto se refiere a la observación morfológica clásica / convencional. Es innegable que la entrada del Time-lapse (TL) en los laboratorios, desde el 2010, ha aportado muchísima información respecto a la fecundación, y posterior desarrollo embrionario, que se desconocían en la valoración morfológica clásica. Respecto a la fecundación, el TL ha dado lugar a nuevos parámetros como la aparición del segundo CP (tPB2); el tiempo en que aparecen los PN (tPNa), que es más temprano de lo estimado en morfología convencional, de 9-10 horas posinseminación; el tiempo de presencia de los PN (tZ) (24-28h posinseminación); tiempo de desaparición de PN (tPNf), y todo ello se ha relacionado con el desarrollo embrionario, implantación e incluso probabilidad de recién nacido vivo.

Aunque la introducción de los TLS en los laboratorios de FIV, haya relegado a un segundo plano las clasificaciones clásicas de PN, basadas en una única observación puntual, no invalida la valoración de la morfología embrionaria convencional que pueden seguir realizando los centros que carezcan de TLS.

Victoria

Valoración del ovocito, D-0

En victoriainvitro hemos hablado sobre la calidad ovocitaria, de cómo mejorarla, de la estimulación ovárica DuoStim, la edad y la calidad ovocitaria, etc. pero nunca habíamos tratado qué características valoramos los embriólogos cuando los rescatamos en la punción folicular y cómo es, morfológicamente, un óvulo “ideal”.

Vamos a conocer las características, parámetros, más sobresalientes que los embriólogos observamos en los ovocitos, siguiendo los criterios ASEBIR.

Complejo cúmulo –corona radiata-ovocito (COC)

En la valoración del ovocito o D+0, todavía no se ha producido la fecundación, tras la aspiración folicular, el embriólogo buscará y aislará los complejos cúmulos-corona-radiata-ovocito (COC). El cúmulo (cumulus oophorus) es un conjunto de células que rodean al ovocito tanto en el folículo ovárico como después de la ovulación. La capa de células que rodea al ovocito tras la ovulación es conocida con el nombre de corona radiata y junto al óvulo conforman el COC.

Dependiendo de cómo sea el aspecto del COC, vamos a tener información aproximada sobre el estado de madurez del ovocito. De manera que, si las células de la granulosa se ven oscuras y muy juntas, el ovocito puede ser inmaduro y encontrarse en Profase I, con vesícula germinal visible, indica que su núcleo tiene una carga cromosómica diploide. Si las células de la granulosa están más extendidas, aunque rodeando al óvulo estén oscuras, el ovocito se encontrará en Metafase I, durante esta fase el núcleo se disuelve y los cromosomas de la célula se condensan y se agrupan, alineándose en el centro de la célula que se va a dividir.  Cuando las células de la granulosa están expandidas y alrededor del óvulo se aprecia la corona radiata, se corresponde con un óvulo maduro que presenta el primer corpúsculo polar (CP), ha reducido su carga genética y está preparado para ser fecundado. Se estima que un 85% de los ovocitos recuperados en punción folicular son maduros, MII y un 15% inmaduros (4% MI y 11% PI)

Es necesario que la madurez del ovocito se realice tanto a nivel del núcleo como a nivel citoplasmático, y ambos componentes deben ocurrir de manera coordinada y bien sincronizada.

Además de su estado madurativo, podemos observar, si retiramos las células de la granulosa que lo rodean, una serie de alteraciones en el óvulo tanto en su citoplasma como fuera del mismo, espacio perivitelino (entre el citoplasma y la zona pelúcida). No todos los óvulos son iguales ¿Sabías que un 60-70% de ovocitos procedentes de tratamiento de estimulación ovárica presentan alteraciones morfológicas que pueden afectar el futuro desarrollo embrionario.?

Alteraciones morfológicas citoplasmáticas.

  • Agrupación de orgánulos/granulosidad localizada en el centro del ovocito. Dentro de las alteraciones en el citoplasma más frecuentes se encuentran el agrupamiento de organelos y su granularidad. Dependiendo de la extensión y profundidad de estos, se producirán mayores alteraciones, de hecho, cuando es central, se asocia con baja potencial de implantación y alta tasa de aborto espontáneo.
  • Agregación de retículo endoplasmático liso (AREL). ARL aparece en el 10% de los ciclos de inducción de la ovulación y en el 19-34% de los ovocitos obtenidos. Es una anomalía severa, por lo que se recomienda evitar por completo los embriones derivados de ovocitos con ARL. El retículo endoplásmico liso (REL) regula el desarrollo embrionario temprano a través de la acumulación de energía y juega un papel clave en el almacenamiento y liberación de calcio.  La presencia de ARL disminuye la tasa de fecundación; se asocia con desarrollo embrionario anormal, baja tasa de formación de blastocistos, alto porcentaje de embarazos bioquímicos y complicaciones obstétricas en los embarazos derivados de estos embriones. Incluso hay trabajos sobre la aparición de reordenamientos cromosómicos complejos con deleciones 2q31. Como consecuencia, la recomendación realizada por el Consenso ALPHA/ ESHRE (2015) es que sólo se pueden transferir embriones de ovocitos ARL, cuando no haya otros embriones adecuados disponibles durante varios ciclos. No obstante, hay publicaciones sobre niños nacidos sanos de óvulos ARL y sus autores reclaman una actualización del Consenso Alpha/Eshre.
  • Vacuolas.  Es el dismorfismo citoplasmático más evidente, cuyo número y tamaño varían considerablemente. Si son de gran tamaño (>14um) y persistentes, pueden hacer fracasar la fecundación y caso de que esta ocurra, alterar el plano de división de los blastómeros y comprometer la formación de blastocistos
  • Inclusiones citoplasmáticas. Se trata de pequeñas áreas de necrosis, compuestos de gránulos densos y lípidos. No hay acuerdo en la bibliografía sobre su posible influencia en la fecundación, desarrollo y calidad embrionaria o formación de blastocistos. Fig 1
Fig 1.- Alteraciones morfológicas citoplasmáticas

Alteraciones morfológicas extracitoplasmáticas

  • Restos celulares en el espacio perivitelino. Se relacionan con el deterioro de la zona pelúcida interna. Si estos restos celulares son abundantes pueden comprometer la fecundación. El origen de estos restos celulares parece estar en un exceso de gonadotropinas en la estimulación.  Aunque la presencia de estos restos se considera una anomalía, hasta la fecha no se le ningún valor pronóstico, aunque se relaciona con una menor tasa de implantación.
  • Anomalías de la zona pelúcida (ZP) pueden variar desde el D+0 hasta el D+5, pero hay otras más constantes como contorno no circular, presencia de septos, abultamientos, etc. Con la introducción de la óptica con luz polarizada es posible observar la estructura de la ZP y relacionarla con la probabilidad de formación de blastocistos, implantación y gestación.
  • Espacio perivitelino aumentado. Este dismorfismo es fácil de observar al microscopio invertido, es característico pues parece que el citoplasma “flota” en el interior de la ZP. Esta característica parece estar asociada a una sobre maduración del ovocito. Es complicado a veces, realizar la ICSI, ya que es difícil que el citoplasma no se desplace al intentar inyectarlo. Se relaciona con una baja tasa de fecundación.
  • Alteraciones del primer corpúsculo polar: fragmentación y tamaño. El 1er CP se expulsa una vez completada la Metafase II, permitiendo que el ovocito sea fecundado.  Este CP se va fragmentando conforme más tiempo pase antes de ser fecundado el óvulo, la implicación que esto pueda tener en los procesos posteriores no parece estar claro, dadas las visiones contradictorias en la bibliografía. Otra característica es el tamaño que varía de pequeño a grande. Siendo la recomendación no inyectar aquellos ovocitos con CP >30 µm ya que puede tratarse de ovocitos alterados cromosómicamente (aneuploides)
Fig.2.- Alteraciones morfológicas extracitoplasmáticas

Por lo tanto, podemos definir como un ovocito “ideal”, desde el punto de vista morfológico, aquel que presenta:

  • 1er Corpúsculo polar intacto
  • Espacio perivitelino pequeño
  • Zona pelúcida homogénea y translúcida con Ø ~ 17 µm

A pesar de estas características que han de reflejarse en el informe, actualmente no se incluye el ovocito como parámetro importante en la categorización del embrión debido a la falta de consenso sobre cuál de estos parámetros es el ideal para seleccionar el ovocito adecuado.

Si tienes alguna duda o curiosidad, escríbeme a victoriainvitro@gmail.com.

Te leo con atención

Victoria

EVOLUCIÓN DE LOS CRITERIOS ASEBIR EN BLASTOCISTOS. ¿QUÉ APORTA LA NUEVA CLASIFICACIÓN?

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La clasificación de los blastocistos no es tarea fácil, desde las sociedades científicas  se han ido presentando distintos modelos de valoración de blastocistos. En particular, nuestra Asociación para Estudio de la Biología de la Reproducción (ASEBIR), mediante el Grupo de Interés de Embriología (GIE) del que formo parte, desde el 2004, las sucesivas comisiones permanentes han ido trabajando para conseguir unos criterios de valoración morfológica  del blastocisto.

En el pasado XI Congreso ASEBIR en Toledo, el estudio multicéntrico realizado por el GIE, fue presentado por M Carmen Pons, directora del proyecto, cuyos resultados han permitido validar la clasificación de blastocistos. De momento, su publicación está pendiente, se puede leer el resumen en la Revista Congresual ASEBIR.

El objetivo principal del estudio fue validar el criterio ASEBIR de clasificación morfológica en estadio de blastocisto, en cada una de las categorías existentes (A, B, C, D), mediante el cálculo de las tasas de implantación y de recién nacido vivo (RNV). Hay que destacar la importancia  de este estudio, ya que hay escasos trabajos en la literatura con este último parámetro RNV recogido.

De los resultados obtenidos, vamos a destacar aquí que  con este estudio se demuestra que la clasificación ASEBIR en estadio de blastocisto tiene un valor pronóstico tanto para la tasa de implantación como para la tasa de RNV. esquema1

Esquema 1.- Nueva gradación de los blastocistos D+5/D+6. En circulo las tres subcategorías en categoría C en función del grado de expansión del blastocisto, Trofoectodermo C y Masa Celular Interna (A,B,C)

¿Y qué es importante para los pacientes?

Quizás lo más relevante en cuanto a la información para los pacientes sean los siguientes puntos:

  • Lo primero tranquilidad, siempre se va a transferir el mejor blastocisto y este estudio introduce aspectos para realizar una selección más precisa.
  • Se ratifica el valor pronóstico del criterio ASEBIR en cada una de las categorías establecidas. Es decir, que  los blastocistos  de categoría A tienen las máximas  probabilidades conseguir la implantación y  dar lugar a un RNV.
  • Se valida que el mejor indicador  para predecir implantación y RNV, es la morfología que presente el trofoectodermo (TE).  Este criterio ya se estaba utilizando en los criterios  ASEBIR   donde se prioriza la morfología del TE frente a la morfología de la masa celular interna (MCI). Así, un blastocisto será catalogado como A si su TE es A, independientemente de que MCI sea A, B o C.
  • La morfología de la MCI, cuando es de categoría C, tiene tasas de implantación y RNV inferiores a las categorías más altas (A y B), si bien no son estadísticamente significativas. Sin embargo, desde el punto de vista clínico tienen su importancia al ser menores las tasa de implantación y RNV, y los blastocistos con MCI C parecen estar relacionados con mayores tasas de aborto.
  • Como novedad, dentro de la categoría C se han diferenciado tres subcategorías, una con mejor pronóstico (C+), pronóstico intermedio (C ) y pronóstico bajo (C -) dependiendo de su grado de expansión, TE C y MCI (A,B,C)
  • A la hora de seleccionar un blastocisto para transferir,  solo la categoría dada al blastocisto será en el día D+5, capaz de predecir la implantación o RNV. No se considera la categoría del blastocisto en divisiones tempranas, salvo que la selección se tuviese que hacer entre blastocistos de idéntica categoría.
  • Una nueva aportación de este estudio es, que por consenso de los expertos, se aplica esta categorización también en D+6. De manera que se introduce una novedad: los blastocistos en D+6 pueden ser A, mientras que en la clasificación anterior no.

Comentarios finales:

Con el uso de los criterios ASEBIR es posible seleccionar el blastocisto más idóneo para la transferencia con un pronóstico esperado de tasa de implantación y RNV, en función de su categoría.

Si bien, al informar al paciente de la categoría de su embrión  ha de quedar claro que la máxima probabilidad de embarazo se produce al transferir un blastocisto A, no es del 100%, sino que la tasa de implantación, en este estudio,  es  de un 71% y de  RNV un 61%. (Datos sin publicar)

Estos criterios ASEBIR se consolidan como una herramienta útil, especialmente para aquellos centros que no dispongan de Time Lapse,  hecho que no debería ser motivo de preocupación por parte de los pacientes que acuden a dichos centros.

Por último, quizás, si no lo leíste, te pueda interesar este tema también 10 Preguntas básicas sobre la transferencia de blastocistos

Victoria