¿Podría mejorar la calidad de mis óvulos?

Con el fin de aclarar dudas e inquietudes he abierto «Victoria responde». Una sección en la que resolveré de manera anónima aquellas cuestiones que me plantéis vía email a la dirección victoriainvitro@gmail.com. Y es que, muchas veces, las dudas que tiene uno son las mismas que tienen otros.

Recientemente he recibido una consulta que me planteaba cómo es posible mejorar la calidad de los óvulos. Existen evidencias que es posible mejorarla creando un ambiente saludable, no tóxico ni agresivo en el cuerpo. Eso sí, es necesario cambiar a hábitos más saludables durante algunos meses previo al intento de buscar un embarazo. No hay efectos “milagro”, se trata de mejorar el micromedioambiente donde tiene lugar el desarrollo y maduración de los ovocitos a  óvulos.  A continuación, planteo 2 vías para conseguirlo: la vía natural o la farmacológica.

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Vía natural

En los programas de reproducción asistida todo el proceso de maduración y obtención de los óvulos se va a hacer de forma externa, controlando el ciclo. Pero previamente, las mujeres que se van a someter a estos programas pueden ayudar a mejora la calidad de sus óvulos a partir de una serie de pautas dietéticas, o así al menos lo afirman diversas publicaciones científicas.

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La dieta equilibrada es la mejor vía para tener buena salud, esto es así y lo escuchamos a diario. Ya lo dijo Hipócrates, “somos lo que comemos”, por lo tanto, seguir una dieta equilibrada, mejora no sólo la calidad del óvulo, sino de la implantación del embrión y posterior desarrollo del feto.

A continuación, en la tabla que os muestro, he recogido a modo de resumen dónde encontrar en la dieta diaria, la mediterránea es la más completa, las fuentes de vitaminas, minerales, oligoelementos, ácidos esenciales, fibra y agua que favorecen una mejora en la salud y en el tema que nos ocupa de la calidad de los ovocitos.  En consulta de fertilidad natural, según la Dra. Rupérez, se aprecia dicha mejoría en casos tan complejos como son los de baja respuesta ovárica.

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Vía farmacológica

En los últimos años se están publicando trabajos sobre el empleo de una hormona, DHEA, que si bien esta hormona la producimos de forma natural, se fabrica en el laboratorio a partir de principios activos encontrados en plantas como el ñame y la soja.  IMPORTANTE el cuerpo humano no puede producir DHEA por comer ñame silvestre y soja, así que no penséis que lo obtendréis por consumir productos etiquetados como “DHEA natural”.

Esta hormona se relaciona con favorecer la calidad ovocitaria, lo cual permite obtener embriones mejores y aumentar así las tasas de embarazo. Está especialmente indicada en mujeres con baja reserva ovárica. También, debido a sus propiedades antioxidantes se administra a pacientes con edad avanzada (>40 años) e incluso se combina con la Coenzima Q10 (CoQ10) otro potente antioxidante.

La revisión llevada a cabo por un grupo australiano en 2007, ya apuntaba que el estilo de vida de las personas que quieren conseguir un embarazo, ya sea por concepción natural o para optimizar los resultados de los pacientes sometidos a técnicas de reproducción asistida, ha de ser saludable y debería ser aconsejado por los especialistas. Se ha demostrado que la edad, el sobrepeso y el tabaquismo perjudican severamente la salud y el proyecto reproductivo; la dieta y diversos niveles de ejercicio han de ser estudiados en profundidad y otros factores como el estrés psicológico, consumo excesivo de café, alcohol, ambientes contaminados están relacionados de alguna forma pero las evidencias, en esta revisión, no son definitivas.

Como siempre os digo, esto es información, el abanico de posibilidades, para comentar con tu especialista. Nada de automedicarse ni tomar suplementos alimenticios, puede haber en cada caso incompatibilidades o intolerancias alimentarias que han de ser valoradas por tu especialista.

¡Cuídate, mímate, te sentirás mejor y tu óvulos pueden mejorar su calidad!

Y no lo olvides, si tienes algún tema que te gustaría que tratase, escríbeme a victoriainvitro@gmail.com.

Victoria

¿Cómo influye la obesidad en la fertilidad?

La obesidad es un problema de salud cada vez más generalizado en las sociedades de consumo, debido en gran medida, a hábitos no saludables. A esto hay que sumarle que la genética y la bioquímica van muchas veces en contra de las personas obesas, por lo cual es necesario estudiar cada caso en particular. También se ha comprobado que la obesidad está en razón inversa al nivel de actividad física y educación, y directamente relacionada con los antecedentes familiares. Asimismo, son determinantes del peso corporal los factores socio-económicos y conductuales.

La importancia que tiene controlar la obesidad es fundamental por su repercusión sobre la salud, ya que está relacionada directamente con muchas enfermedades como diabetes, hipertensión, dislipemia y enfermedades cardiovasculares. Además, tiene un impacto significativo sobre la vida reproductiva.

Obesidad y fertilidad-victoria-in-vitro Material gráfico: Photo credit: Roy Cheung Photography via Visualhunt / CC BY-NC

¿Qué se entiende por sobrepeso?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el sobrepeso cuando el índice masa corporal (IMC) está entre 25 a 29,9, y la obesidad cuando el IMC es de 30 o más. El IMC se calcula dividiendo el peso en kilos por la altura en metros al cuadrado.

Por ejemplo, una mujer que pesa 74 kilos y mide 1,67 metros tendrá un índice de 26,6, el cual se considera sobrepeso. A continuación puedes ver en la tabla los diferentes grados de obesidad que existen.

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En el caso de querer ser madre es muy importante controlar tu IMC. Lo ideal para una mujer que quiere ser mamá es tener un 25 más o menos. En situaciones en el que IMC es de 35, se habla que hay un 26% menos de probabilidades de tener un embarazo espontáneo que una mujer que tenga un peso normal o sobrepeso sin llegar a obesidad. Así pues, en el caso de una mujer con un IMC de 40 o más, la situación se complica ya que tiene un 43% menos de probabilidades de obtener un embarazo.

Obesidad y reproducción

Durante un tiempo han habido opiniones contradictorias sobre el efecto del IMC en el resultado de las técnicas de reproducción asistida (TRAs). El papel de la obesidad en reproducción es más complejo de lo que se cree, en parte porque no se acaba de comprender la influencia de la obesidad en mujeres que ovulan normalmente. Se ha apuntado que la leptina, una hormona que regula el apetito y el gasto energético, podría interferir en la fertilidad, ya que parece influir en el proceso de la producción de esteroides por los ovarios. Las mujeres obesas suelen tener disfunciones ovulatorias, menarquia (primera regla) precoz, menopausia anticipada, muchas de ellas sufren el síndrome de ovario poliquístico (SOP) y en los casos que tienen ciclos regulares, su reserva ovárica puede estar disminuida. Por último, en caso de embarazo presentan un mayor riesgo de abortos y alta prevalencia de complicaciones obstétricas.

En los casos en que se recurre a las TRAs,  éstas pueden ser menos eficaces en pacientes con obesidad. Así bien, las mujeres con este trastorno sometidas a tratamiento de infertilidad necesitan mayores cantidades de hormonas para inducir sus ciclos que las mujeres con peso normal o sobrepeso. La Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (2014) informa que el 12% de todos los casos de infertilidad son debidos a que la mujer tiene el peso demasiado bajo o demasiado alto.

Sin embargo, el efecto de la pérdida de peso en mujeres con sobrepeso y obesas sometidas a TRAs, y sus resultados de embarazo posterior, tras la revisión sistemática de trabajos publicados, revelan resultados muy positivo. Las pacientes que perdieron peso tras cambios de dieta y estilo de vida, dietas muy bajo consumo de energía, intervenciones médicas no quirúrgicas y cirugía bariátrica, obtuvieron una mayor tasa de embarazo a término. Además se consiguió la regularización del ciclo y con ello restaurar el patrón menstrual, una disminución en las tasas de cancelación, un aumento en el número de embriones disponibles para la transferencia, una reducción en el número de ciclos necesarios para lograr el embarazo y registraron una disminución en las tasas de aborto espontáneo, e incluso se registraron concepciones naturales.

En cuanto a la fertilidad masculina, se sospecha que pueda existir una relación entre el sobrepeso/obesidad con la infertilidad masculina. Sin embargo no hay consenso en cuanto a la importancia de dicha relación y los mecanismos implicados.

Seguir una dieta equilibrada y practicar ejercicio de forma regular puede ser suficiente para llevar una vida más saludable, tener el peso corporal adecuado e incluso, en aquellos casos que se hubiese perdido, recuperar la fertilidad. Es necesario cuidarnos por nosotros mismos, a veces es difícil, pero en el caso de estar buscando descendencia es una gran motivación. Siempre de la mano de buenos especialistas que nos indiquen que es lo más adecuado para nosotros. Ellos podrán valorar todos los factores que intervienen como la edad materna, el grado de obesidad, la reserva ovárica y otros posibles problemas asociados.

Como conclusión a lo expuesto, una firme determinación a cuidarnos, nuestra salud está en juego, mantener hábitos saludables es imprescindible. Si te encuentras bien tu aptitud se verá reforzada y estarás ganado recursos en tu camino hacia la fertilidad.

Victoria