Hace una semana una colega nos hacía llegar un anuncio donde un donante de semen se ofrecía en una página en la red:” Soy chico joven que quiere ayudar a mujeres a ser madres con pruebas y seminograma hechos” y con una simple búsqueda, descubrimos otros anuncios, tales como:” pareja busca donante de semen (…) la selección será específica…”
Nuestra sorpresa e indignación fue máxima y decidimos que es un tema muy serio como para dejarlo pasar. Ante anuncios de jóvenes que ofrecen su semen para una donación, al margen de las directrices enmarcadas por la Ley 14/2006, de 26 de mayo, sobre técnicas de reproducción humana asistida, nos parece algo muy peligroso para las parejas/mujeres solas que recurren a estos “servicios”.
Lo primero es recordar que todas las técnicas de Reproducción Asistida (TRA) han de realizarse en centros acreditados y homologados. Además, se ha creado un Sistema de Información de Reproducción Humana Asistida (SIRHA) que da soporte a varios Registros:
- Registro Nacional de Donantes de Gametos y Preembriones con fines de reproducción humana.
- Registro Nacional de actividad y resultados de los centros y servicios de Reproducción Humana Asistida
- Registro de centros y servicios de Reproducción Humana Asistida
El objetivo de este programa SIRHA es el de dar seguridad y claridad de la asistencia prestada, así como aglutinar toda la información sobre las TRA
Los Programas de donación en reproducción asistida, exige que sean procesos realizados de forma anónima y altruista, tanto gametos (espermatozoides y óvulos) como de embriones (procedentes de “embriones sobrantes” o generados de óvulos y espermatozoides donados, “doble donación”). Además, tienen que cumplir una serie de requisitos que afectan directamente a donantes y receptores (mujer sola / parejas). Ley 14/2006, de 26 de mayo, sobre técnicas de reproducción humana asistida, en su artículo 5.5 recoge la confidencialidad respecto a la identidad del donante y la única excepción que se contempla para romper el anonimato es la existencia de circunstancias extraordinarias.
En el Artículo 6, “5. En la aplicación de las técnicas de reproducción asistida, la elección del donante de semen sólo podrá realizarse por el equipo médico que aplica la técnica, que deberá preservar las condiciones de anonimato de la donación. En ningún caso podrá seleccionarse personalmente el donante a petición de la receptora. En todo caso, el equipo médico correspondiente deberá procurar garantizar la mayor similitud fenotípica e inmunológica posible de las muestras disponibles con la mujer receptora”
Se requiere un trabajo absolutamente profesional bajo control biomédico, para valorar, entre otros estudios (hormonales, genéticos, psicológicos, inmunológicos, etc) la calidad del semen (concentración, movilidad, vitalidad, formas normales y recuperación de los espermatozoides móviles, que son aquellos que poseen mayor capacidad reproductora). Y, por otro lado, buscar que las características fenotípicas y genotípicas del donante (peso y altura; color de piel, pelo y ojos; grupo sanguíneo; Rh…) sean lo más parecidas posible a las del hombre que va a asumir la paternidad del niño o a las de la mujer receptora.
¿Qué lleva a los donantes de semen a ofrecerse en la red?
Que se ofrezcan donantes en la red directamente a los pacientes, es un mercadeo de compra-venta. Algo que nos parece inconcebible cuando existe un marco ético-legal, ya que se compromete la salud reproductiva de las usuarias al carecer de garantías sanitarias, no hay control de calidad ni trazabilidad.
Como todo en esta vida, es sacar provecho de una necesidad, en este caso a la necesidad de parejas que buscan solucionar su infertilidad acudiendo a foros de Internet, ya sea porque no pueden permitirse un tratamiento de fertilidad en una clínica, personas que han agotado su tiempo de espera o mujeres solteras que no quieren recurrir a un banco de esperma.
Esta compra-venta de gametos se lleva realizando impunemente desde hace años y al parecer no hay una acción contundente por parte del Ministerio de Sanidad.
A los usuarias de este procedimiento, hay que advertirles que no se trata de que el donante contactado presente una analítica y screening de las ETS. Para hacerse una idea, el esquema siguiente se puede observar los diversos y complejos pasos que hay que llevar a cabo antes de seleccionar un donante, bajo estrictas condiciones de calidad y trazabilidad. Posteriormente a su selección, la muestra de semen ha de ser criopreservada y pasar 6 meses en “cuarentena”, donde tras volver a realizar las analíticas pertinentes, se comprueba que no existe ninguna enfermedad infecto contagiosa, y se pueden emplear.
Ya hace unos años las sociedades científicas (la Asociación para el Estudio de la Biología de la Reproducción, ASEBIR; la Sociedad Española de Fertilidad, SEF, y la Asociación Española de Andrología, ASESA) advertían sobre el fenómeno de comparar por internet el semen de donante y realizar lo que conoce como una “inseminación casera”. Consiste en que la paciente puede comprar el semen a un banco de semen extranjero, elegir incluso en donante y recibir en casa un kit para llevar a cabo la inseminación.
Necesitar un donante es un tema muy complejo, donde intervienen aspectos sanitarios, ético-legislativos, psicosociales, y los diferentes contextos culturales y sociales. Es más, es necesario el apoyo psicológico y asesoramiento para las familias, los donantes y los niños nacidos de los Programas de Donación. ¿Qué ocurrirá si aparece una enfermedad genética hereditaria en el niño nacido por ignorancia del donante de semen de la red, al no haber sido estudiado adecuadamente? ¿Se podrá localizar al donante? ¿Y si el donante de semen de la red quiere saber sobre el niño nacido? ¿Cómo controlar el número de descendientes de un donante de semen de la red, con el cosiguiente riesgo de consanguinidad?
Desde aquí sólo podemos advertir sobre este tema y hacernos eco de la inquietud que provoca esta situación entre los profesionales biosanitarios. Subrayamos que sólo los centros autorizados y homologados que trabajan a diario para ofrecer garantías sanitarias, facilitar la información y el apoyo/orientación que los pacientes necesitan, son a los que hay que recurrir.
Victoria