Avances en la valoración de la calidad ovocitaria.

En diversas entradas del blog hemos tratado el tema de la calidad ovocitaria relacionada con la edad de la mujer, la obesidad, con la endometriosis e incluso, cómo mejorar la calidad ovocitaria. Temas que han suscitado mucho interés entre las pacientes. En esta entrada, nos referiremos básicamente a 3 metodologías, dos de ellas más prometedoras, para valorar la calidad ovocitaria actualmente.

¿Qué se entiende por calidad ovocitaria?

 Se denomina calidad o competencia de desarrollo del ovocito a la capacidad que tiene un ovocito para llevar a cabo con éxito la maduración citoplasmática y nuclear, que permite la fecundación y el posterior desarrollo embrionario.

¿Qué influye en la calidad ovocitaria?

Es crucial que el desarrollo de los ovocitos se lleve a cabo en un entorno adecuado en el ovario, durante la foliculogénesis. En ovocitos de buena calidad la maduración nuclear y citoplasmatica, así como el genoma mitocondrial, se han de producir de forma coordinada. Cuando se emplea la estimulación ovárica en los protocolos de reproducción asistida, la selección folicular no es natural por lo que muchos ovocitos obtenidos pueden ser inmaduros, dando lugar a fracaso de fecundación o desarrollo embrionario deficiente que compromete el éxito del proceso.

Por supuesto, en el laboratorio de FIV se han de dar la condiciones óptimas imitando el entorno fisiológico in vivo, de manera que todo ello contribuye al éxito en la fecundación, desarrollo embrionario y gestación.

Por el contrario, una mala calidad ovocitaria puede ser la consecuencia de la edad avanzada en la mujer, dando lugar a una baja funcionalidad mitocondrial y una elevación del estrés oxidativo.  Mientras que en mujeres jóvenes puede existir una mala calidad ovocitaria debido a un envejecimiento acelerado del ovario o mutaciones genéticas.

Teniendo en cuenta que el objetivo es el nacimiento de un niño sano, tras la transferencia de un único embrión, la selección de los gametos óptimos es crucial y en el caso concreto que nos ocupa, el óvulo, seleccionar aquel con mayor potencial de éxito es prioritario.

3 métodos para medir la calidad ovocitaria

Tomando como referencia la revisión sistemática de Fisher et al., 2021, vemos tres metodologías más modernas empleadas en la evaluación de la calidad ovocitaria.

  • Evaluación Morfológica.

La evaluación de la morfología de los ovocitos es un reto que puede servir como una valiosa herramienta para el pronóstico del futuro embrión, su potencial de desarrollo e implantación. Se han utilizado diferentes sistemas de calificación para evaluar ovocitos, embriones tempranos y blastocistos humanos, basándose en determinados parámetros. De hecho, en el blog tenemos varias entradas al respecto siguiendo la clasificación de ASEBIR, que es la empleada en la mayoría de los centros en España y en la que tenido el honor de trabajar durante muchos años. En la Fig. 1 podemos ver los parámetros correspondientes al ovocito.

Sin embargo, a pesar de los parámetros estudiados del óvulo en esta clasificación, e incluso definir las características de un óvulo óptimo, hasta el momento no se incluye al ovocito como parámetro referente en la categorización del embrión.

Hay diversas clasificaciones del ovocito que incluyen otras características como la calidad del huso meiótico, la birrefringencia de la zona pelúcida y el tamaño del folículo.

En el caso del huso meiótico, el estudio emplea la luz polarizada, que permite evaluar la calidad del huso meiótico respecto a su localización, forma y refringencia, clave en la alineación y separación de los cromosomas durante la meiosis (reducción de la carga genética). Se ha observado que ovocitos donde no se aprecia la localización del huso meiótico mediante luz polarizada, tienen una disminución de la tasa de fecundación y formación de blastocistos. No obstante, el equipo necesario para llevarlo a cabo es costoso y requiere un personal con una gran experiencia como para ser considerado en la práctica clínica diaria.

El gran inconveniente de la valoración morfológica es que no es objetiva. A pesar de ser llevada a cabo por embriólogos especializados tras años de entrenamiento, se basa en criterios cualitativos, siendo operador-dependiente, y existen diferencias entre los embriólogos de un mismo centro y entre diferentes centros.

La implementación en los laboratorios de tecnologías más avanzadas como los sistemas time-lapse (STL) y las pruebas genéticas preimplantacionales (PGT) se han centrado en facilitar una selección más objetiva de los embriones, no óvulos, con un mayor potencial de implantación. A pesar de ello, no se ha podido dar una evidencia alta del empleo de estas técnica con el propósito de mejorar las tasas de recién nacido vivo a partir de la transferencia de un único embrión.

  • Biomarcadores genómicos y proteómicos

La utilización de métodos no invasivos es primordial, por ello se buscan biomarcadores en las células que rodean a los ovocitos, células de la granulosa (COC), y en el líquido folicular (FF).

En las células de la granulosa que rodean al ovocito (COC) se estudia su morfología, compactación y claridad, y la apoptosis (muerte de las células), pero como no parece existir una correlación directa entre la morfología del COC y las tasas de fecundación y desarrollo embrionario, se buscan posibles biomarcadores mediante la genética para detectar determinados genes específicos. Mientras que en el líquido folicular (FF) se analiza la expresión de proteínas, como el factor del crecimiento (IGF; IGFBP-1) y los niveles de zinc.

El problema es que es difícil estandarizar los protocolos o los equipos de los laboratorios. Por otro lado, hay muchas variables que pueden influir en la expresión de dichos genes como las características de cada paciente (edad, peso, causa de su infertilidad, por ejemplo, la endometriosis, síndrome de ovario poliquístico; los tratamientos (estimulación ovárica); laboratorio, etc.

No obstante, se ha propuesto una secuencia temporal o flujo de trabajo, de cómo emplear las distintas técnicas a fin de conseguir la selección de los ovocitos más competentes, antes de realizar la fecundación in vitro, y así, descartar aquellos ovocitos inmaduros, que comprometerían las tasas de fecundación, el desarrollo embrionario a blastocisto, dando lugar a fracasos de implantación. Fig.2

Fig. 2.- Propuesta de flujo de trabajo, basado en la propuesta por Lemseffer et al.,Biomedicines 2022, 10, 2184.

Aunque son necesarios grandes ensayos aleatorios para valorar la utilidad clínica, no se descarta que determinados biomarcadores puedan ser empleados en un futuro. Si bien, es bastante complejo que puedan ser introducidos en la rutina clínica.

  • Inteligencia Artificial (IA) y Aprendizaje Automático (Machine Learning)

De unos años a esta parte, ha irrumpido en la reproducción asistida la IA, desarrollándose sistemas de clasificación – IA, los algoritmos de IA (conjunto de instrucciones o reglas definidas, ordenadas y finitas que permiten resolver un problema o realizar una tarea específica) pueden analizar imágenes digitales de ovocitos, evaluándolas en función de numerosos parámetros y prediciendo su viabilidad con gran precisión.

La calidad ovocitaria, mediante IA se basa en el análisis morfológico de un elevado número de imágenes donde, a modo de ejemplo, algunos parámetros que se valoran son:

  1. El grado de madurez del ovocito mediante la presencia del 1er corpúsculo polar.
  2. La alineación del ovocito en la realización de la ICSI
  3. La fecundación
  4. La clasificación de la morfología en estado de pronúcleos
  5. La asociación morfológica del ovocitos con el posterior desarrollo de los pronúcleos y desarrollo embrionario.

Dado el gran número de casos de FIV en todo el mundo, permite que la disponibilidad de los datos sea enorme, por lo cual el aprendizaje automático (uno de los algoritmos de IA que permite a las máquinas aprender de los datos y mejorar con el tiempo sin ser explícitamente programadas), avanzará en un tiempo muy breve.

La IA es un tema complejo, por lo que aquí solamente daremos una directrices sencillas respecto a qué objetivos se pretenden alcanzar en la reproducción asistida:

  1. Objetividad
  2. Aumento del éxito de las técnicas aplicadas
  3. Reducir las complicaciones
  4. Una mejor toma de decisiones
  5. Optimizar el tiempo y los recursos
  6. Reducir costos
  7. Obtener una mayor información, precisa y personalizada.

En el caso concreto de la calidad de los ovocitos, los estudios iniciales señalan que se consigue una mayor objetividad y validez a la hora de su selección. Se espera poder estratificar los ovocitos en función de su calidad y emplear sólo aquellos que tengan un mayor potencial de éxito.

Comentarios

  • Sigue siendo un desafío seleccionar, basado únicamente en la morfología, el embrión único a transferir con el mayor potencial de implantación.
  • Dentro de los métodos para la selección de los ovocitos en función de su calidad parecen estar centrados en IA y el aprendizaje automático, así como en la genómica dando un mayor conocimiento y valor pronóstico.
  • Dada la cantidad de datos generados por la FIV, es razonable esperar en un breve periodo de tiempo los algoritmos de las máquinas de aprendizaje automático, mediante el gran número de imágenes, los datos clínicos y de time-lapse, faciliten la valoración de los ovocitos de mayor potencial de éxito.

No obstante, son necesarios más estudios a gran escala, protocolos estandarizados, para conseguir un consenso sobre qué métodos son los óptimos para predecir el éxito de un programa de reproducción.

Victoria

Valoración del ovocito, D-0

En victoriainvitro hemos hablado sobre la calidad ovocitaria, de cómo mejorarla, de la estimulación ovárica DuoStim, la edad y la calidad ovocitaria, etc. pero nunca habíamos tratado qué características valoramos los embriólogos cuando los rescatamos en la punción folicular y cómo es, morfológicamente, un óvulo “ideal”.

Vamos a conocer las características, parámetros, más sobresalientes que los embriólogos observamos en los ovocitos, siguiendo los criterios ASEBIR.

Complejo cúmulo –corona radiata-ovocito (COC)

En la valoración del ovocito o D+0, todavía no se ha producido la fecundación, tras la aspiración folicular, el embriólogo buscará y aislará los complejos cúmulos-corona-radiata-ovocito (COC). El cúmulo (cumulus oophorus) es un conjunto de células que rodean al ovocito tanto en el folículo ovárico como después de la ovulación. La capa de células que rodea al ovocito tras la ovulación es conocida con el nombre de corona radiata y junto al óvulo conforman el COC.

Dependiendo de cómo sea el aspecto del COC, vamos a tener información aproximada sobre el estado de madurez del ovocito. De manera que, si las células de la granulosa se ven oscuras y muy juntas, el ovocito puede ser inmaduro y encontrarse en Profase I, con vesícula germinal visible, indica que su núcleo tiene una carga cromosómica diploide. Si las células de la granulosa están más extendidas, aunque rodeando al óvulo estén oscuras, el ovocito se encontrará en Metafase I, durante esta fase el núcleo se disuelve y los cromosomas de la célula se condensan y se agrupan, alineándose en el centro de la célula que se va a dividir.  Cuando las células de la granulosa están expandidas y alrededor del óvulo se aprecia la corona radiata, se corresponde con un óvulo maduro que presenta el primer corpúsculo polar (CP), ha reducido su carga genética y está preparado para ser fecundado. Se estima que un 85% de los ovocitos recuperados en punción folicular son maduros, MII y un 15% inmaduros (4% MI y 11% PI)

Es necesario que la madurez del ovocito se realice tanto a nivel del núcleo como a nivel citoplasmático, y ambos componentes deben ocurrir de manera coordinada y bien sincronizada.

Además de su estado madurativo, podemos observar, si retiramos las células de la granulosa que lo rodean, una serie de alteraciones en el óvulo tanto en su citoplasma como fuera del mismo, espacio perivitelino (entre el citoplasma y la zona pelúcida). No todos los óvulos son iguales ¿Sabías que un 60-70% de ovocitos procedentes de tratamiento de estimulación ovárica presentan alteraciones morfológicas que pueden afectar el futuro desarrollo embrionario.?

Alteraciones morfológicas citoplasmáticas.

  • Agrupación de orgánulos/granulosidad localizada en el centro del ovocito. Dentro de las alteraciones en el citoplasma más frecuentes se encuentran el agrupamiento de organelos y su granularidad. Dependiendo de la extensión y profundidad de estos, se producirán mayores alteraciones, de hecho, cuando es central, se asocia con baja potencial de implantación y alta tasa de aborto espontáneo.
  • Agregación de retículo endoplasmático liso (AREL). ARL aparece en el 10% de los ciclos de inducción de la ovulación y en el 19-34% de los ovocitos obtenidos. Es una anomalía severa, por lo que se recomienda evitar por completo los embriones derivados de ovocitos con ARL. El retículo endoplásmico liso (REL) regula el desarrollo embrionario temprano a través de la acumulación de energía y juega un papel clave en el almacenamiento y liberación de calcio.  La presencia de ARL disminuye la tasa de fecundación; se asocia con desarrollo embrionario anormal, baja tasa de formación de blastocistos, alto porcentaje de embarazos bioquímicos y complicaciones obstétricas en los embarazos derivados de estos embriones. Incluso hay trabajos sobre la aparición de reordenamientos cromosómicos complejos con deleciones 2q31. Como consecuencia, la recomendación realizada por el Consenso ALPHA/ ESHRE (2015) es que sólo se pueden transferir embriones de ovocitos ARL, cuando no haya otros embriones adecuados disponibles durante varios ciclos. No obstante, hay publicaciones sobre niños nacidos sanos de óvulos ARL y sus autores reclaman una actualización del Consenso Alpha/Eshre.
  • Vacuolas.  Es el dismorfismo citoplasmático más evidente, cuyo número y tamaño varían considerablemente. Si son de gran tamaño (>14um) y persistentes, pueden hacer fracasar la fecundación y caso de que esta ocurra, alterar el plano de división de los blastómeros y comprometer la formación de blastocistos
  • Inclusiones citoplasmáticas. Se trata de pequeñas áreas de necrosis, compuestos de gránulos densos y lípidos. No hay acuerdo en la bibliografía sobre su posible influencia en la fecundación, desarrollo y calidad embrionaria o formación de blastocistos. Fig 1
Fig 1.- Alteraciones morfológicas citoplasmáticas

Alteraciones morfológicas extracitoplasmáticas

  • Restos celulares en el espacio perivitelino. Se relacionan con el deterioro de la zona pelúcida interna. Si estos restos celulares son abundantes pueden comprometer la fecundación. El origen de estos restos celulares parece estar en un exceso de gonadotropinas en la estimulación.  Aunque la presencia de estos restos se considera una anomalía, hasta la fecha no se le ningún valor pronóstico, aunque se relaciona con una menor tasa de implantación.
  • Anomalías de la zona pelúcida (ZP) pueden variar desde el D+0 hasta el D+5, pero hay otras más constantes como contorno no circular, presencia de septos, abultamientos, etc. Con la introducción de la óptica con luz polarizada es posible observar la estructura de la ZP y relacionarla con la probabilidad de formación de blastocistos, implantación y gestación.
  • Espacio perivitelino aumentado. Este dismorfismo es fácil de observar al microscopio invertido, es característico pues parece que el citoplasma “flota” en el interior de la ZP. Esta característica parece estar asociada a una sobre maduración del ovocito. Es complicado a veces, realizar la ICSI, ya que es difícil que el citoplasma no se desplace al intentar inyectarlo. Se relaciona con una baja tasa de fecundación.
  • Alteraciones del primer corpúsculo polar: fragmentación y tamaño. El 1er CP se expulsa una vez completada la Metafase II, permitiendo que el ovocito sea fecundado.  Este CP se va fragmentando conforme más tiempo pase antes de ser fecundado el óvulo, la implicación que esto pueda tener en los procesos posteriores no parece estar claro, dadas las visiones contradictorias en la bibliografía. Otra característica es el tamaño que varía de pequeño a grande. Siendo la recomendación no inyectar aquellos ovocitos con CP >30 µm ya que puede tratarse de ovocitos alterados cromosómicamente (aneuploides)
Fig.2.- Alteraciones morfológicas extracitoplasmáticas

Por lo tanto, podemos definir como un ovocito “ideal”, desde el punto de vista morfológico, aquel que presenta:

  • 1er Corpúsculo polar intacto
  • Espacio perivitelino pequeño
  • Zona pelúcida homogénea y translúcida con Ø ~ 17 µm

A pesar de estas características que han de reflejarse en el informe, actualmente no se incluye el ovocito como parámetro importante en la categorización del embrión debido a la falta de consenso sobre cuál de estos parámetros es el ideal para seleccionar el ovocito adecuado.

Si tienes alguna duda o curiosidad, escríbeme a victoriainvitro@gmail.com.

Te leo con atención

Victoria