El pasado mes de febrero, hemos tenidos dos días señalados para llamar la atención sobre el cáncer (4 de febrero) y el cáncer infantil (15 de febrero) con el objetivo de informar a la sociedad, crear conciencia, buscar soluciones y pedir ayudas económicas en la investigación sobre el cáncer.
El gran reto es conseguir vencer la enfermedad mediante tratamientos cada vez más eficaces, que permitan una mayor supervivencia y sean de mejor tolerancia. Dentro de la estrategia para abordar la enfermedad, un aspecto importante a valorar es el de resguardar la salud reproductiva. Aún recuerdo, hace muchos años, alguna que otra llamada a la desesperada de algún paciente que iba a ser sometido a tratamiento (quirúrgico, quimio o radioterapia) y en la misma víspera del tratamiento quería congelar semen. Me llamaba poderosamente la atención que sus oncólogos no le hubiesen informado con tiempo de cómo actuar para preservar su fertilidad.
Si bien es cierto que el laboratorio de reproducción asistida, en sus comienzos, fue visto con cierto escepticismo, su constante evolución y los grandes avances científicos en el área de la reproducción han provocado un gran impacto en la sociedad. Tres pilares en el área reproductiva son:
• Regulación del ciclo ovárico y la anticoncepción;
• Desarrollo de la fecundación in vitro / criopreservación de tejidos, gametos y embriones
• Genética de la reproducción.
A través de estos avances científicos-técnicos es posible mirar con esperanzas al futuro reproductivo tras pasar el cáncer en un alto porcentaje de casos.
Oncofertilidad
Los pacientes oncológicos adolescentes, jóvenes o adultos en edad reproductiva, además de la información sobre la enfermedad y su tratamiento, donde su supervivencia es lo fundamental, es posible también contemplar los riesgos que afectan a su fertilidad y cómo poder preservarla. Para ello, es necesario el trabajo transversal de los diversos profesionales implicados. Así es como nació esta disciplina relativamente reciente: Oncofertilidad, que une la Oncología y la Fertilidad, así como el cuidado del paciente.
Además de los avances en el área de la reproducción, se plantean otras cuestiones, como por ejemplo, de qué forma transmitir a los pacientes las actuaciones clínicas; especialmente, si los pacientes no tienen edad ni capacidad de comprender la transcendencia de formar una familia. Es necesario por tanto, una coordinación interdisciplinaria donde los profesionales (pediatras oncológicos, oncólogos, endocrinólogos de la reproducción, psicólogos y profesionales de la salud reproductiva) estén informados e informen a los pacientes de sus posibilidades reales. Y en este sentido, los Centros de reproducción asistida multidisciplinares, incorporan un departamento donde atender las necesidades específicas de los pacientes oncológicos.
Existe una iniciativa internacional e interdisciplinaria, The Oncofertility Consortium,, diseñada para explorar el futuro reproductivo de las personas que superan de cáncer. Este movimiento que se propone implantarse a nivel mundial cuenta con la participación de varios países entre los que se encuentra un equipo español, el Hospital Universitario y Politécnico La Fe. Un reciente artículo del equipo de Anazobo (Anazobo et al., 20181) resume muy bien las distintas vías de actuación de esta disciplina emergente: la Oncofertilidad.
¿Cómo preservar la fertilidad?
Es cierto que no todos los tratamientos contra el cáncer afectan a la fertilidad, pero si el tratamiento puede implicar un posible riesgo, es importante que los especialistas informen sobre como disminuir o prevenir dicho riesgo. En caso de los niños prepúberes la crioconservación de tejido gonadal se considera técnica experimental.
La fertilidad se puede preservar mediante:
- Criopreservación de gametos (óvulos y espermatozoides
- Cultivo in vitro de óvulos inmaduros
- Criopreservación de embriones
- Criopreservación de tejido gonadal (de ovario / testicular)
Otras posibilidades:
- Donación de gametos.
- Útero de alquiler (en aquellos países que esté permitido)
- Adopción
Desde Victoriainvitro, es nuestro deseo que día a día los tratamientos consigan mayores tasas de supervivencia, y la intervención coordinada de los profesionales de las distintas disciplinas permita un mayor bienestar a los pacientes y, en los casos que lo requieran, salvaguardar su fertilidad.
Victoria