La donación de embriones ¿una asignatura pendiente?

El tema de la donación de embriones es un tema que ya hemos tratado aquí en varias ocasiones en “Hablemos de Embriodonación” y  “Una adopción temprana: la embriodonación”

Desde mi punto de vista, es también la opinión de algunas personas que me han contactado, se habla poco sobre ello y considero que no se han desarrollado programas específicos para informar a los paciente sobre esta oportunidad.

Es cierto que hay pros y contras (FIG.1) como en todo, pero quienes deberían decidir si quieren, o no, recurrir a esta vía deberían ser los pacientes una vez hayan sido informados de forma clara y precisa por el equipo biomédico.

Fig 1.- Aspectos a valorar en favor y contra de la embriodonación.

De vez en cuando la prensa se hace eco del gran número de embriones congelados que los centros de reproducción humana asistida albergan en sus laboratorios. Es cierto que muchos de ellos no son susceptibles de donación ya que no se cumplen los requisitos que estipula la Ley 14/2006, de 26 de mayo, sobre técnicas de reproducción humana asistida.

Por otro lado, es necesario que los donantes, en el caso que nos ocupa de embriones, faciliten información veraz y completa sobre su historia personal y familiar respecto a enfermedades infecciosas y genéticas. Y algo crucial es el comunicar cualquier cambio que pudiera producirse en su situación personal (cambio de domicilio, teléfono, separación o divorcio, cambio de intención respecto a los embriones, todo aquello que pudiese afectar a la donación.

El programa de donación de embriones, según los datos recogidos en el último Registro de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) 2021 recientemente presentado y publicado, comprobamos que el número de ciclos realizados en el años 2021 es de 2470 pacientes tratadas, ligeramente superior comparado con el Registro de los años 2019 y 2020.

En la tabla se pueden ver los datos publicados por el Registro donde se observa que en 2021 los resultados son mejores que de los años anteriores, esto es debido a que la vitrificación ha mejorado ostensiblemente el proceso de congelar/descongelar, así como la evolución de medios de cultivo y los de congelación, los equipos, que permiten una selección de embriones de mejor calidad, actualmente en la gran mayoría de los centros se congela en blastocisto. La tasa de parto por transferencia es de un 33.4% nada despreciable como para no ofrecerlo como un alternativa más a los pacientes que estén valorando sus posibilidades para obtener un embarazo.

Tabla comparativa de resultados Registro SEF 2019/2020/2021 respecto a los ciclos de donación de embriones.

Ciertamente, es una opción «sencilla» desde el punto de vista biomédico, pero para algunos pacientes, ante el hecho de tener que renunciar a la descendencia con sus propios genes, es una situación terriblemente compleja . Para ello, los programas de embriodonación/ embriorecepción deberían contar, una vez más, con el apoyo psicológico que es fundamental para acompañar en el duelo genético.

Por último, un aspecto que ayudaría a que estos programas fueran contemplados por los pacientes es que fueran ajustados en cuanto al precio, ya que los gastos en medicación, control y equipos es reducido frente a otros programas. No obstante, existen una serie de gastos profesionales por la documentación y coordinación del ciclo, comprobación de que se cumplen los requisitos tanto de los donantes como receptoras, la descongelación de embriones, la realización de la transferencia de embriones, etc. Pero tal como indica la ley, la donación es anónima y gratuita en nuestro país, por lo que los programas de donación con precios exorbitados son éticamente inaceptables.

En resumen, bajo mi punto de vista, dentro del abanico de posibilidades para ayudar a los pacientes en su búsqueda de un embarazo, la donación de embriones debería estar presente, no sólo para aquellas pacientes que no tienen más opciones (problemas genéticos, edad, etc.) sino para aquellas que tras un largo recorrido por problemas de fertilidad pudiera ver en esta vía una oportunidad.

¿Y tú qué opinas? Te leo atentamente

Victoria