Llega el fin de semana y te propongo otra forma de prepararte física y mentalmente para tener un hijo. Dentro del apartado de la salud reproductiva en este blog, se dan a conocer algunas disciplinas que pueden ayudar a conseguir mejorar nuestro equilibrio cuerpo-mente, como en el caso de hoy que hablamos de YOGA.
El Yoga es una disciplina que se originó en al India. Es un término sánscrito que significa «unir, juntar”, conseguir la unión del universo con un Todo mediante una serie de ejercicios y meditación. Mientras que en Occidente lo vemos como una terapia en Oriente es una forma de retomar el estado inicial de gracia.
Es cierto que más de un 80% de los practicantes de Yoga son mujeres, el hecho de considerar esta disciplina como “femenina” hasta hace unos años hace que haya tenido menos adeptos masculinos pero todos se pueden sentir beneficiados con los efectos positivos de la práctica y preparase en pareja es un buen comienzo.
¿Cómo puede el Yoga ayudar a la fertilidad?
Los beneficios generales que se obtienen practicando regularmente son:
-Flexibilidad física, mental y espiritual
-Fortaleza del cuerpo y alivio del dolor
– Autoconocimiento
– Mejora la gestión emocional
– Aumenta la conexión espiritual, la concentración y la productividad
En el caso concreto de mejorar la fertilidad, el yoga es de gran ayuda en la preparación para una gestación e incluso cuando se está embarazada. Mediante una serie de posturas y movimientos se consigue:
– Un aumento de la circulación sanguínea en los órganos reproductivos.
– Equilibrio del sistema endocrino
– Fortalece el sistema inmune y ayuda al cuerpo s desintoxicarse.
– Favorece un estado de paz y claridad
– Reduce el estrés.
Respecto a cómo influye el estrés en la fertilidad ya lo hemos tratado en entradas anteriores, hemos visto como el cuerpo ante una situación tan estresante como el enfrentarse a la infertilidad produce señales fisiológicas como la liberación en sangre de niveles elevados de cortisol, norepinefrina y epinefrina enviando al cuerpo señales de peligro. Este estado permanente de “alerta” interfiere en el equilibrio hormonal y sobre el ciclo ovulatorio. por lo tanto cualquier disciplina que nos ayude a mantener a raya el estrés va a ser de gran ayuda.
En muchos países se aconseja la práctica de Yoga (Hatha Yoga) para reducir el estrés en pacientes que van a realizar la fecundación in vitro (FIV). El equipo del Dr. Oron, en Canadá, publicaron en 2015 sus resultados sobre cómo el yoga actúa sobre pacientes de FIV que están en espera de iniciar un ciclo. Tras seis semanas de practicar hatha yoga comprobaron que había una reducción de los niveles de ansiedad, la depresión y mejoraba su calidad de vida respecto a la fertilidad.
¿Qué consideraciones has de tener para practicar Yoga?
Antes de practicar Yoga hay que tener en consideración ciertas circunstancias que nos lo desaconsejen como:
– Problemas del corazón o de circulación
– Fatiga crónica
– Huesos fracturados
– Problemas de cervicales, columna vertebral
– Dolencias oculares o auditivas
– Gestación
Consejo…
Como siempre os aconsejo hablar con el especialista y valorar los riesgos / beneficios como primer paso.
Si todo está bien, buscar un buen maestro, tener el equipo preparado, la decisión firme para ser constantes y a empezar con paciencia y ánimo.
Para terminar os dejo un video para que tengáis una idea de cómo son algunos de los ejercicios específicos para la fertilidad. del canal Vivirbien http://yogapara.info/la-fertilidad